De nuevo el espectro de la bestia negra del colapso del sistema revoloteó durante todo el día de ayer sobre el centro de mando de los Bombers de la Generalitat. Las condiciones meteorológicas no mejoraron, en contra de lo que se esperaba. Al contrario, una resistente brisa del sur avivó con intensidad el incendio que anoche más preocupaba, el de Artesa de Segre y Baldomar, en la Noguera. Mientras tanto otros incendios, y no provocados precisamente por rayos, en las zonas forestales de los municipios de Olivella y Santa Coloma de Gramenet hicieron saltar todas las alarmas. En presencia de la proximidad a numerosos núcleos urbanos se priorizó la cese de los fuegos de Barcelona.
La situación ha seguido complicándose este domingo, cuando los bomberos han anunciado a través de su cuenta de Twitter la activación de 13 dotaciones terrestres y tres aéreas por un nuevo incendio entre Oliana y Peramola en el Alt Urgell. El aviso se ha activado pasadas a las 14:30 horas. El fuego afecta la zona del Roc de Rombau y los efectivos trabajan para evitar que avance cerca de la sierra de Aubenç.
“Se prostitución de tomar decisiones muy difíciles, que en ocasiones cuestan de comprender, pero necesarias para evitar el colapso del sistema y minimizar la emblema de hectáreas quemadas”. La advertencia de un responsable de los Bombers desde el centro de operaciones del fuego de Olivella resume la logística del día de ayer. No obstante, tras estabilizar el incendio notorio en el Garraf y otro nuevo que se ha originado a primera hora de esta mañana en Bot y Horta de Sant Joan (Tarragona), los esfuerzos se centran en conseguir estabilizar el de Artesa de Segre y Baldomar, que arde por botellín día consecutivo.
Los servicios de cese trabajaron en siete fuegos simultáneos y hoy se centrarán en Baldomar
Los Bombers llegaron a trabajar ayer en una treintena de fuegos simultáneos, en todo el condado, aunque en algunos se trataba de pequeños conatos en explotaciones agrícolas o los primeros en manto vegetal por petardos. En sinceridad eran siete incendios forestales que anoche necesitaban de la presencia de dotaciones terrestres y en los que los medios aéreos trabajaron durante todo el día lanzando agua.
Una de las imágenes de la intensa etapa la vivieron en directo los miles de bañistas que abarrotaban las playas de Castelledefels y Sitges y que presenciaron las increíbles maniobras de los pilotos del Ejército del Brisa al mando de los Bombardier CL-215T/415 del 43 corro cargando agua para arrojarla en Olivella, que a última hora de ayer se dio por estabilizado.
La última emblema facilitada por los Agents Rurals era de unas 150 hectáreas quemadas en una zona del cordillera del Garraf, que ha ardido en numerosas ocasiones. Pero fue la proximidad con las urbanizaciones Can Surià y Les Colines lo que obligó a pedir a la población que permaneciera durante todo el día de ayer confinada en sus casas, sobre todo para proporcionar los traslados de los equipos de cese, como recordó la alcaldesa Marta Verdejo.
Desde que el miércoles empezó el incendio de Castellar de la Ribera, al que seguiría el de Lladurs, el Gloria sobre Solsona tiene el color de la tierra. El humo ha quedado atrapado por el anticiclón y las temperaturas rozan de día los 37ºC. La superficie continua de bosque, mayoritariamente de pino negral y albar, sin campos que se pudieran arar para cortar el fuego y sin escasamente paso, porque hay muy pocas casas, convirtió el de Lladurs en el incendio más peligrosos por su enorme potencial. Las llamas avanzaban desde el pantano de la Llosa del Cavall cerca de el Cap del Pla y Coll de Jou. Pero el trabajo de los vecinos y de los bomberos evitó lo que podía acontecer sido un desastre.C. Jolonch
Otra alcaldesa, la de Santa Coloma de Gramenet, Nuria Parlón, estuvo muy irresoluto de la cese del incendio que empezó en unos matorrales de Can Zam, encima del cementerio, y que terminó quemando cerca de cinco hectáreas y que quedó estabilizado ayer por la tarde. Aquí, los Bombers contaron con la colaboración de los Bombers de Barcelona echando mano del convenio por el que los segundos refuerzan el servicio de los primeros en el dominio metropolitana de Barcelona cuando tienen dotaciones desplazadas, como está ocurriendo en los últimos días.
Quienes no se han movido desde el miércoles por la confusión de Catalunya son las dos secciones, casi 200 militares, que la pelotón marcial de emergencias (UME) trasladó en cuanto recibió la petición de colaboración del Departament d’Interior.
Buena parte del trabajo lo están realizando en el incendio de Artesa de Segre y Baldomar, en la comarca de la Noguera. Un fuego que en las últimas horas el director de los Bombers, Joan Delort, calificó de “muy puñetero” porque está poniendo las cosas muy difíciles y se resiste a ser controlado. De todas maneras, y pese a que anoche volvía a centrar toda la atención y los esfuerzos, las llamas no han superado los ejes de contención, el perímetro de 5.000 hectáreas que los Bombers trazaron con caminos y campos arados para cercar el incendio y atacarlo desde esos puntos.
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