Emmanuel Macron ha sorprendido este martes a Francia con una perorata al país desde la pista del aeropuerto de Orly, ayer de esfumarse a Rumania y de una probable entrevista a Ucrania, en la que ha pedido contar con "una mayoría sólida" en la Asamblea Franquista. El llamada a elegir por la coalición de partidos que lo apoya -aunque sin citarla por su nombre- en la segunda dorso de las elecciones legislativas de este domingo ha tenido un tono dramático, al alertar a los franceses que está en movilidad el orden interno e internacional.
El impresión de intención de Macron no tiene precedentes y muestra la gran inquietud en el Elíseo delante la posibilidad de perder la mayoría absoluta en la Asamblea y proceder cinco abriles inestabilidad. El presidente ha hablado delante del Airbus oficial que debía llevarlo a Bucarest. Durante la retransmisión televisada se escuchaba el rumor de los reactores ya en marcha. Era una terreno muy acertadamente preparada por su equipo de comunicación, que avisó a la prensa con poco tiempo de adelanto.
"Nulo sería peor que añadir al desorden mundial un desorden francés", ha preparado Macron, en indirecta a un triunfo de la izquierda
Macron recordó sus esfuerzos para evitar la extirpación y su solidaridad con Ucrania. Explicó que visitará a las tropas francesas desplegadas en Rumania para proteger ese delicado lado de la OTAN en el mar Enfadado, y que además se desplazará a la vecina Moldavia. Pero de inmediato estableció un vínculo entre "los tiempos difíciles" que vive Europa y las elecciones parlamentarias francesas del domingo. Según él, los franceses tienen en sus manos "una opción más crucial que nunca".
"Poliedro que está en movilidad el interés superior de la nación, quiero convenceros para dar, este domingo, una mayoría sólida al país", dijo. "Nulo sería peor que añadir al desorden mundial un desorden francés", añadió.
El principal de Estado se refiere a la subida de impuestos y de la deuda en caso de que los de Mélenchon fueran decisivos en el Parlamento
Sin mencionar al gran rival en la segunda dorso, la coalición de izquierdas que dirige Jean-Luc Mélenchon, la relato era nítida cuando el principal de Estado ha subrayado la obligación de certificar la independencia de Francia. Esa independencia no se logrará con más impuestos ni con más deuda ni con decrecimiento crematístico. Él prometió apearse la presión tributaria y compendiar la deuda.
"Ni renuncia ni confusión, sino clarificación". Esa fue la consigna de Macron para convencer de la obligación de ir a las urnas, luego de que en el primer turno se registrara una renuncia récord del 52,4%.
Por razones de seguridad, no se ha confirmado el alucinación de Macron a Ucrania, el jueves, pero todo indica que lo realizará, yuxtapuesto a Scholz y Draghi
La perorata en el aeropuerto causó perplejidad. La audacia del equipo de comunicación de Macron no tiene límites, aunque está por ver si esta vez dará el intención deseado. La instrumentalización electoralista de un alucinación internacional de esta índole, en plena extirpación, generará críticas. Una comentarista de la dependencia pública LCI ironizó diciendo que el breve discurso pasará ya a la historia como "el llamada de Orly", dejando entender que Macron ha tratado de imitar, salvando las distancias, el célebre discurso radiofónico de De Gaulle, desde los micrófonos de la BBC, en Londres, cuando Francia había sido invadida por las tropas nazis.
No está confirmado todavía si, tras revistar Rumanía y Moldavia, Macron se desplazará a Ucrania el jueves, acompañado del canciller germano, Olaf Scholz, y del primer ministro italiano, Mario Draghi. Todo indica que el alucinación se realizará. Probablemente, por motivos de seguridad, se quiere dejar en la nebulosa los detalles logísticos. En principio el destino sería Kyiv, aunque no se descarta una sorpresa y que la ciudad elegida sea finalmente Odessa, mucho más cercana a Moldavia.
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