José Rodríguez Pousa (Barcelona, 1967) mantiene los sentidos afilados. Cada vez que se adentra en el monte, una de sus grandes aficiones, deja a un banda el GPS y se orienta con los instrumentos de siempre: carta y brújula. Y así, armado solo con un saco de adormecerse, pasa dos o tres días en la zona rural de donde proviene su comunidad, en Ourense, durmiendo al raso si hace desidia.
Esta capacidad de no perder el rumbo le ha servido para exceder uno de los momentos más complejos de su carrera como directivo: la crisis sin precedentes que ha traído la pandemia a la industria turística. En plena tormenta del sector, Rodríguez Pousa asumió el cargo de mentor delegado de la sujeción hotelera Sercotel (junio del 2020), luego de ocurrir formado parte de su consejo de dependencia durante quince primaveras. Ese mismo verano, el Clan Corporativo Landon, la sociedad de la familia Gallardo, compró la totalidad de Sercotel –tenía un 70%– a los fundadores: Marisol Turró, Javier Garro y Pequeño Sanz. Rodríguez Pousa fue la persona elegida para tomar las riendas de la sujeción en un momento sumamente delicado.
Han pasado de 20 hoteles propios a 50 en dos primaveras y prevén exceder los 85 millones de facturación
“Sí, era un pelea, porque nadie sabía cómo evolucionaría la pandemia y el turismo, pero todavía un buen momento para acometer cambios y mejorar procesos”, afirma el directivo. Su trayectoria profesional en diferentes empresas del family office , al que lleva vinculado 28 primaveras, le daban cierta tranquilidad. “El hecho de ocurrir trabajado en industrias muy diversas, desde la alimentaria hasta la energética, me ha proporcionado una visión transversal y multisectorial, y en turismo esto es un plus”, comenta.
Con estos activos se puso al frente de Sercotel. ¿Lo primero que hizo carencia más obtener? Despabilarse su particular brújula para orientarse en la pandemia. Y ésta no fue otra que encargar una serie de estudios científicos para analizar cómo podía avanzar la covid. “Aprendimos mucho sobre el virus y, pese a la incertidumbre, teníamos poco claro: la pandemia pasaría y el turismo regresaría”. Esta convicción le impulsó a avanzarse a la competencia e iniciar un proceso de expansión en el mercado castellano. “A principios del 2021 sacamos del ERTE a parte del equipo y empezamos a sumar hoteles”, explica. Durante el posterior año ha reestructurado el negocio de Sercotel bajo un maniquí de administración y locación. Ayer de la pandemia contaban con 20 hoteles propios; ahora llegan a los 50. “El objetivo para el 2025 es alcanzar los 100 hoteles propios”, urbanos y de tres y cuatro estrellas. Si estos planes se cumplen, Sercotel se convertiría en una de las tres principales cadenas hoteleras españolas en cuanto a número de establecimientos en el país, cercano a Meliá y NH. La competencia en el mercado está en máximos y no es sencillo crecer en un mercado muy atomizado, con un gran número de pequeños propietarios hoteleros acoplado cuando el turismo a regresado de forma abrupta. “Aun así, la oportunidades están ahí y vamos a aprovecharlas”, confía Rodríguez Pousa.
La buena marcha de la demanda este año, sobre todo a partir de Semana Santa, ha llevado a la hotelera a mejorar sus previsiones de facturación entre un 5% y un 10% sobre los 85 millones iniciales –en el 2019 facturaron 45 millones–. Un incremento de ingresos provocado por la ampliación de su cartera hotelera, pero todavía por el aumento de los precios normal. Ahora admisiblemente, el directivo avisa de que el año que viene, muy probablemente los precios turísticos bajarán. “Ahora vemos cierto sensación champán, las personas tienen ganas de recorrer luego de dos primaveras de restricciones y están dispuestas a ponerse más; pero esto no durará siempre”. Una vez más, intenta anticiparse a los acontecimientos y ya está aplicando un proceso de eficiencia de costes y digitalización en la sujeción, “para optimizar la rentabilidad”. Y mejoras en política de personal y conciliación, una modo de pelear contra la fuga de empleados que vive el sector. Este verano, pues, Rodríguez Pousa dispondrá de poco tiempo para recreo y, si descansa, lo hará en un hotel de su sujeción, afirma. Y en el monte, el división donde aclara ideas.
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