Laura Abella Cirera es Head of Strategy en Google APAC. MBA en la Universidad de Stanford Graduate School of Business. Barcelonesa (concretamente de Terrassa) que ha vivido en Londres, Philadelphia, Shanghai, San Francisco y Singapur.
¿Qué podemos instruirse sobre amor de talento e inversión extranjera de tu ciudad de residencia?
Sorprende ver como Singapur, un país históricamente pequeño en fortuna y tamaño, ha sido capaz de cambiar tan rápidamente en los últimos primaveras. Con tantas limitaciones naturales y económicas, la ciudad-estado ha sabido descifrar cuáles eran las áreas donde ser más competitivos y desde entonces, se ha focalizado en atraer grandes sumas de inversión extranjera, posicionándose como uno de los hubs principales de la región de Asia-Pacifico. Los resultados han sido espectaculares; desde su independencia en 1965 y en menos de 60 primaveras, Singapur se ha situado en el top 10 países mundial que recibe más inversión extranjera. Por otra parte, además ha multiplicado su PIB per cápita por 120x, pasando de los US$500 a los US$60,000.
Según el Foro Crematístico Mundial, la peculio de Singapur es la más abierta del mundo y su capacidad para atraer talento es la segunda más esforzado del mundo según el Universal Talent Competitiveness Index de INSEAD. La secreto del éxito ha sido su gobierno que ha priorizado el comercio, la inversión extranjera y la educación, a la vez que ha enfocado su política para proporcionar facilidades a las empresas y multinacionales para que se establezcan en Singapur y puedan prosperar.
¿Cómo se podría trasladar a Barcelona?
De forma natural, Barcelona posee una gran cantidad de activos que fomentan la amor del mejor talento internacional. Sin incautación, la ciudad no tiene instrumentos suficientes para poder retener al talento recinto. Atraer y retener al mejor talento se ha vuelto una tarea muy competitiva donde sólo las ciudades mejor dotadas a nivel mundial pueden competir, y la secreto para esa amor y retención reside en el concepto de empresa y ciudad. Establecer objetivos de crecimiento claros, liderar con ideas innovadoras y dotar al talento con facilidades es secreto para liderar en un mundo universal.
Para ello, Barcelona debería consensuar primero estos objetivos mediante comités de sabios independientes y ofrecer una bolsa de incentivos atractivos mejorando las prestaciones y bienestar de la ciudad. Ofrecer seguridad ciudadana, disponer de mejores universidades y educación, realizar un esfuerzo de inversión en puntos estratégicos, entregar la incorporación y progreso de empresas extranjeras, etc. Son algunos de los incentivos que Barcelona debe potenciar y sumar a los que ya tiene, para convertirse, en definitiva, en una de las ciudades con mayor bienestar, calidad de vida y amor de talento.
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