La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha avisado este viernes de que la corrupción puede convertirse en "una armas para combatir la disidencia política" y que poder extinguirla es un objetivo más alcanzable en aquellos países en que la separación de poderes está consolidada como una de las piedras angulares del Estado de derecho.
"En democracias viciadas con tics autoritarios, a veces la corrupción incluso puede dejar de ser un problema que es necesario eliminar y convertirse, de guisa perversa, en una armas para combatir la disidencia política", ha asegurado en su intervención al inicio de la segunda Cumbre contra la Corrupción en el Parlament.
Borràs se encuentra a las puertas de que se le caleta sensatez hablado por supuesto fraude en 18 contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes
Para Borràs, que se encuentra a las puertas de que se le caleta sensatez hablado por supuesto fraude en 18 contratos menores cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), "el 'lawfare" incluso es una táctica de represión y, demasiado a menudo, consigue mancillar, con la corrosiva mancha de la corrupción, a los adversarios políticos".
Imagen de la II Cumbre contra la Corrupció en el concurrencia del Parlament, presidida por la presidenta de la Cámara, Laura Borràs.
La presidenta del Parlament, que no ha mencionado durante su discurso su caso personal, se ha referido en muchas ocasiones a las prácticas del 'lawfare' en remisión a su causa en el Tribunal Superior de Honradez de Catalunya (TSJC), y ha proclamado su inocencia, negándose a dimitir al frente de la cámara.
La presidenta del Parlament asegura que "la democracia incluso está asediada" y pone como ejemplo el caso del voto delegado de Lluís Puig
En su opinión, los estados menos corruptos son los estados más democráticos, por lo que ha llamado a los participantes en la cumbre a trabajar para avanzar en el objetivo de que la democracia sea el mejor sistema político, y no conformarse en que es el menos malo de los sistemas y en sus imperfecciones.
Y es que, según Borràs, aunque la democracia sea el menos malo de los sistemas políticos, siempre puede empeorar: "La democracia incluso está asediada, y ayer vivimos una muestra de ello hasta correctamente tarde en el Parlament", en remisión a la valor de la mayoría independentistas de la Mesa de hacerse cargo las actas del voto delegado del exconseller Lluís Puig.
"Alertar la corrupción siempre es mejor que curarla", ha defendido Borràs,
"Alertar la corrupción siempre es mejor que curarla", ha defendido Borràs, que ha reivindicado el compromiso del Parlament en la lucha contra las malas prácticas, y en consecuencia en la voluntad de perfeccionar la democracia.
Tras advertir de la corrupción erosiona la confianza de los ciudadanos en las instituciones, ha destacado que la democracia se refuerza y preserva cuando se asocia con competencia y transparencia, y se desgasta cuando se vincula "con prácticas que desacreditan las instituciones y, por extensión, conllevan una deslegitimación de todo el sistema".
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