Posteriormente de dos veranos marcados por las restricciones de movilidad y la pandemia, el sector turístico se prepara para una nueva temporada y se aplazamiento que multitud de viajeros se desplacen en avión. En países como España, la demanda de vuelos durante los próximos meses recuperará los niveles de 2019 entre un 75% y un 85%, según las estimaciones de AENA, la empresa pública que gestiona los aeropuertos.
La recuperación de los viajes en avión empezó hace ya algunos meses: desde enero hasta abril de 2022, el número de turistas que llegaron a España en avión multiplicó por diez a los que llegaron en ese periodo del 2021, según datos publicados por el Instituto Doméstico de Estadística (INE).
Operación salida en el aeropuerto de Sant Joan. 
Sin incautación, la saturación de algunos aeropuertos en las primeras semanas del verano está provocando el retraso y abrogación de algunos vuelos, encima de largas colas de aplazamiento que hacen que algunos viajeros pierdan las conexiones entre distintos aviones.
Este colapso está causado por dos motivos principales: la equivocación de personal y las huelgas anunciadas por diferentes aerolíneas en las primeras semanas de ocio estivales.
Desliz de personal tras dos primaveras parados
Con la presentación del coronavirus en 2020 y la imposición de restricciones a la movilidad, muchas aerolíneas se vieron obligadas a prescindir de sus trabajadores. Miembros de la tripulación, como pilotos y asistentes de planeo, y personal de los aeropuertos, como personal de mostradores y controladores aéreos, perdieron su puesto de trabajo.
En España, algunos de estos trabajadores entraron en situación de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE): una medida que permite a la empresa suspender los contratos durante un tiempo determinado, tras el cual el trabajador o trabajadora recupera su puesto de trabajo y sus condiciones laborales. Durante este tiempo, el Estado se responsabiliza de satisfacer una parte del sueldo de los trabajadores.
El problema es que no todos los países pusieron en marcha este tipo de medidas. Aerolíneas de otros países simplemente despidieron a sus trabajadores en el contexto de la pandemia sin ofrecerles ningún tipo de fianza para retomar su empleo.
Panorámica de la terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid hueco por la pandemia de coronavirus. 
Ahora, muchas aerolíneas y aeropuertos se encuentran desbordados por el aumento en la demanda turística, ya que no cuentan con el personal necesario para hacer frente al número de vuelos ofertados durante el verano.
Aeropuertos como el de Gatwick en Londres o el de Schiphol en Ámsterdam han informado de que cuentan con poco personal para controlar a todos los viajeros que quieren explosionar y denuncian una equivocación formal de trabajadores durante las ocio de verano.
La equivocación de personal está afectando especialmente a vuelos procedentes o con destino al Reino Unido oportuno al Brexit. Tras la salida de este país de la Unión Europea, ahora se necesitan más controles fronterizos y más efectivos policiales para llevarlos a lado. Sin empleados suficientes en estos puestos, los vuelos sufren retrasos y cancelaciones.
Huelga de trabajadores en las aerolíneas
A la equivocación de personal se suman las huelgas que están teniendo oportunidad en diferentes compañías de planeo y diferentes países. Entre junio y julio, empleados de aerolíneas como Ryanair, Easyjet o Lufthansa han convocado varios paros.
Los tripulantes de cabina reclaman cerrar un convenio y unas condiciones de trabajo dignas para toda la plantilla. Según la compañía, Ryanair es la única aerolínea internacional en España que todavía no cuenta con un convenio colectivo, es sostener, un acuerdo entre sindicatos y dueños de la empresa para establecer salarios, calendario de trabajo y otras condiciones laborales de forma unitaria.
En España, las primeras seis jornadas de huelga de Ryanair, convocadas por los sindicatos USO y Sitcpla, se han saldado con 215 vuelos cancelados con origen o destino en España y más de 1.255 retrasos. Sin incautación, este paro no solo ha afectado a España, sino que igualmente ha tenido oportunidad en países como Francia, Bélgica e Italia.
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