El Barça de la reservado crisis económica y de la imperiosa indigencia de abatir la masa salarial combina operaciones coherentes con ese discurso (Kessie, Christensen, que llegaron libres...) con otras que le conectan con el club comprador que siempre ha sido. Primero fue Ferran Torres, fichado al Manchester City en el mercado de invierno por 55 millones de euros más 10 de variables, y ayer cayó el brasileño Raphinha, extremo de buenas prestaciones adquirido a precio de gran sino. A desidia de conocer los detalles de la operación, que serán desvelados mañana, día predilecto para la presentación del futbolista, las cifras oficiosas hablan de un fijo que oscila entre los 56 y los 58 millones más unos variables de siete. El convenio que firmarán ambas partes alcanza hasta 2027.
El ingreso millonario obtenido de la cesión de un porcentaje de los derechos de televisión para los próximos 25 abriles (el 10 por ciento ya entregado al fondo de inversión Sixth Street y un 15 por ciento adicional a la misma compañía que se anunciará en breve) será empleado, antaño que a cancelar deuda, a costear en gran parte los refuerzos millonarios que Xavi Hernández ha pedido al presidente Joan Laporta para tener un equipo competitivo. El hacedor de esos deseos es Mateu Alemany, el hiperactivo director de fútbol. Habrá qué ver cómo procesa Javier Tebas, presidente de LaLiga, estas operaciones y si, como es deseo del Barça, le sirven para poder inscribir jugadores. En caso contrario, el bulla será monumental.
La planificación deportiva está sorprendiendo por el orden predilecto. El Barça, con overbooking en la delantera y evidentes carencias defensivas tanto en los laterales como en el eje central, agita en primer circunstancia la demarcación de los extremos. Empieza la casa por el tejado, se podría proponer. Si mañana será presentado Raphinha, hoy Dembélé pasará por las oficinas para firmar su nuevo convenio, probablemente de dos abriles. El trayecto que han seguido las negociaciones entre el indescifrable punta francés y el FC Barcelona en los últimos seis meses ha tenido forma de curva y ha sido de difícil comprensión.
Lo cierto es que Xavi, fiel bueno del 4-3-3 y promotor de los extremos regateadores y profundos, tendrá ahora a dos que responden al retrato necesario. Los dos rinden mejor por la derecha. Su competencia se acentuará con vistas al Mundial de Qatar que se inicia en noviembre. Los dos quieren estar, uno con Brasil y el otro, con Francia. Por el otro extremo, el izquierdo, se pelearán Ansu Fati y Ferran Torres, y por el centro, si la palanca sigue dando de sí, Lewandowski y Aubameyang. Quienes deben averiguar una salida son Memphis Depay y Braithwaite. Trincão ha gastado el percal y ya se ha marchado cedido al Sporting Clube de Portugal.
Más allá de las posiciones de ataque Xavi sigue irresoluto de obtener buenas telediario además para su defensa. Sus candidatos son de sobra conocidos. Mateu Alemany se sigue moviendo para traer al adjunto derecho César Azpilicueta, que sigue el Chelsea pese a su petición de cambiar de aires. En cuanto al eje central, su sueño es el sevillista Koundé. Para depreciar la operación Memphis podría ser incluido. Yerro entender cuál es la predisposición del holandés. Hablando de los Países Bajos, Frenkie de Jong, con cara de palanca financiera a luceros de la directiva del Barça, sigue resistiéndose a irse del Barça pese a que el club azulgrana y el United negocian hace días un precio de cesión de entrada, parecido al de Raphinha.
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