Eran casi las cuatro de la magrugada cuando la directora del Canet Rock, Gemma Recoder, hacía un movimiento emocionado del festival, convencida de que “es la mejor estampado de nuestra historia” (desde que lo resucitaron en el 2014). “Posteriormente del año pasado, tan difícil, ha vuelto la música, ha vuelto la alegría. Esto es vida. Encima, hace error tener en cuenta el muchedumbre que ha venido coincidiendo el mismo día varios festivales musicales como el RockFest, el Vida, el BBF, el de Pedralbes... Estoy eufórica porque la música que se hace en el país llena el Pla d’en Sala, ya que el Canet Rock software solo artistas de los Països Catalans”.
Durante la incertidumbre uno de los rumores que corría por el circuito era si los integrantes del software televisivo revelación de la temporada, Eufòria , saldrían al proscenio, ya que muchos de ellos estaban en el festival. Subió solo la ganadora, a Mariona Trinchante, que cantó con Miki Núñez Llums de mitjanit. La interpretación de Núñez fue una de las actuaciones más seguidas, aunque es muy difícil destacar una sobre las otras.
La ganadora del software ‘Eufòria’, Mariona Trinchante, cantó con Miki Núñez ‘Llums de mitjanit’
Lo que sí que destacó es que ya desde el primer especie, Ginestà, el notorio se volcó, a las seis de la tarde y con un sol intenso. Posteriormente vendrían las Balkan Paradise Orchestra, Marcel y Júlia, Els Catarres, Stay Homas, Suu, Oques Grasses, La Pegatina, Miki Núñez, Buhos, La Fúmiga y Doctor Prats, que cerraron el festival cuando el sol ya brillaba.
Una de las conclusiones del cartel es una programación muy festiva, con casi todas las bandas formadas por muchos miembros e incluyendo vientos y percusiones. Música para hacer robar y animar a los asistentes, muy jóvenes y incluso muchas familias con hijos. Más de doce horas de música, ahora ya sin mascarillas ni distancias.
Entre el notorio había muchas familias con hijos de todas las edades
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