El partido que tenía que ser el "más trillado de todos los tiempos", según Nick Kyrgios, tendrá que esperar. La traumatismo intestinal de Rafael Nadal impedirá ver en Wimbledon uno de los duelos más morbosos en el circuito, ausencia más y ausencia menos que en las rondas finales de Grand Slam, poco inaudito hasta ahora.
Kyrgios es la antítesis del tenista balear. Problemático en el interior y fuera de las pistas, sus episodios polémicos se cuentan por decenas. No se ha librado en el pasado Nadal, con quien mantiene una relación más tensa que cordial. "¿Cuánto pasta tiene? ¿Cuántos títulos de Grand Slam tiene? Puede soportar un pelotazo", decía el australiano en el 2019 tras una entusiasmo intencionada en el partido de segunda ronda de Wimbledon.
La indeterminación preparatorio a ese encontronazo su representante lo tuvo que sacar de la oreja de un pub cercano al All England Club a las cuatro de la alba. Kyrgios estaba pasando por una mala época. Había perdido el meta y la ilusión por el tenis. Cuando el miércoles se clasificó para las primeras semifinales de un Grand Slam y esperaba a Nadal, reconoció activo tenido pensamientos suicidas durante ese tiempo.
Uno de los motivos era no asimilar tramitar la presión a la que están sometidos los tenistas mediáticos. Y es que aunque a sus 27 abriles todavía no haya sido capaz de dar el brinco en el circuito (en febrero ocupaba el puesto 137 del ranking mundial), siempre centra la atención de todas las miradas por su carácter pero asimismo por su indiscutible calidad.
Nick Kyrgios entrena con una camiseta de los Boston Celtics 
Hace un año y medio se planteaba la retirada, pero poco ha cambiado este 2022. El punto de inflexión llegó con la conquista en el Open de Australia de dobles haciendo pareja con su amigo inseparable Thanasi Kokkinakis. Una pareja atípica, para ausencia especialistas de la modalidad, que convirtieron en un show (positivo) cada partido en Melbourne Park en presencia de su conocido.
Aparcadas quedaron faltas de respeto flagrantes (dejarse obtener, insultos, escupitajos, enfrentamientos con la graderío..) aunque es preciso que siga desquiciando a algunos de sus oponentes, especialmente con su tirada por debajo que convierte en dejada. En esta publicación de Wimbledon tuvo sus más y sus menos con Stefanos Tsitsipas, quien lo definió como un "opresor".
Wimbledon 2002
El final australiano que ganó un Grand Slam fue Hewitt hace 20 abriles
"Ahora han cambiado cosas en mi vida. He descubierto que hay mucha familia que quiere que siga jugando. Siento que aún tengo mucha gasolina en el depósito, que estoy en el mejor momento de mi carrera y mentalmente estoy ingenioso", apuntaba Kyrgios tras obtener al chileno Garín en cuartos. Fue en el torneo londinense, a posteriori de unas expectativas muy altas en su etapa junior, cuando se dio a conocer para el gran conocido al derrotar a Nadal en el 2014.
"Siempre he sentido que fui el primero capaz de explotar muchacha, ganando a Rafa en Wimbledon. Creo que fui el primero en demostrarle al resto, a Zverev y a Thiem, que se podía hacer. Fui el primero en romper el molde. Hoy ves a chicos, como Alcaraz y Sinner, que no le tienen miedo a ausencia. Muchos jugadores creen que Nadal, Djokovic y Federer eran dioses y que no se les podía obtener. Creo que le demostré al mundo que asimismo son humanos", reflexionaba sobre ese partido separado en el que se presentó con una wild card.
No solo Kyrgios cree en ese cambio. Su religiosa Nill ha revelado a diferentes medios australianos que su hijo ha empezado a descubrir mundo cuando viaja para divertirse torneos, poco que no solía hacer. "En vez de ir a revistar la Gran Muralla china o las cataratas del Niágara, se encerraba en la habitación del hotel a divertirse sus videojuegos". Ahora la progenitora lo ve "disfrutando de la vida".
En su palco de momento solo se verá a su pareja o a algún amigo, ya que Kyrgios sigue sin preparador. "No quiero poner en comparable problema a nadie, la verdad es que no tengo preparador porque no quiero fastidiar a quien se encargue de ello. Yo conozco acertadamente mi movilidad y sé lo que puedo hacer", decía recientemente a pie de pista. En Londres lo acompaña su padre, el encargado de cocinarle platos "ricos".
Habrá que esperar si el cambio de talante es temporal o de algún modo poco más definitivo. Lo que es poco habitual es que Kyrgios dedique una publicación a Nadal, a quien considera el mejor del Big Three, en las redes sociales. "Diferentes jugadores, diferentes personalidades. Espero que te recuperes acertadamente, todos esperamos verte de nuevo sano. Hasta la próxima", escribió con una imagen de uno y otro dándose la mano tras el partido que jugaron este año en Indian Wells.
Kyrgios es el primer australiano que alcanza una final de individuales masculina en Wimbledon desde el 2003, cuando lo logró Mark Philippoussis. El final campeón australiano en un Grand Slam fue Lleyton Hewitt un año antiguamente en Londres.
Kyrgios, durante esta publicación de Wimbledon
Una vez finalice su billete en la caudal británica regresará a Australia, donde en agosto deberá presentarse en presencia de un tribunal de Canberra por la incriminación de maltrato a una mujer a finales del año preparatorio.
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