El llamado hígado untoso no alcohólico (EHGNA) afecta aproximadamente a entre un 20% y un 30% de la población mundial. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Buenos Aires indica que existe una anciano prevalencia en hombres que en mujeres (cerca del doble) y que la existencia es incluso un número de peligro para padecer esta patología. La investigación advierte, adicionalmente, de que "no es una enfermedad inocente, sino que es sistémica y progresiva y tiene un cúmulo dictamen y terapéutico aún establecido" y señala que la reducción del sobrepeso es un número esencia a la hora de disminuir su impacto.
La doctora Ana Bargalló, doble del Aparell Digestiu Endos Medicina del Hospital HM Nou Delfos, en Barcelona, explica que el hígado untoso consiste en "la acumulación o depósito de gordo a nivel hepático, que puede dar emplazamiento a diferentes procesos de inflamación y de fibrosis o cicatrización, siendo la cantidad de fibrosis la que condicionará el pronóstico de la enfermedad".
El hígado untoso puede dar emplazamiento a diferentes procesos de inflamación y de fibrosis
La doctora explica que existen tres estadios. En primer emplazamiento, la señal esteatosis simple, que se da en un 80% de los casos, no comporta daño hepático y es reversible. En segundo emplazamiento, la esteatohepatitis, que se produce "cuando se supera la capacidad de almacenamiento de la gordo en el hígado y daña las células hepáticas produciendo fenómenos inflamatorios asociados con una anciano o pequeño fibrosis". Por postrero, Bargalló indica que "en estados avanzados se puede dar cirrosis hepática, que es una situación irreversible de daño hepático".
El hígado untoso puede desarrollarse por diferentes motivos. "Los más importantes hoy en día por su frecuencia en la población genérico son los relacionados con el consumo excesivo de licor", explica la doctora, quien apunta que "en partida de este, los relacionados con una vida sedentaria, dietas poco saludables, sobrepeso, obesidad y otras enfermedades metabólicas como la hipertensión, la diabetes tipo 2 y el exceso de colesterol son incluso factores de peligro para padecer esta enfermedad: por este motivo se le vehemencia hígado untoso no alcohólico o enfermedad metabólica por depósito de gordo".
Pese a que el hígado untoso no suele ser dificultoso, Bargalló recuerda que en ningún caso debe tomarse a la ligera, puesto que "el primer estadio puede dar emplazamiento con el tiempo al expansión de patologías más graves que no tienen reverso antes y –recuerda– ¡hígado no hay más que uno!". Al no existir fármacos aprobados, la doctora recuerda la importancia de "advertir y tratar correctamente todos los factores metabólicos como la diabetes, la hipertensión y el exceso de colesterol o triglicéridos, así como tener un estilo de vida saludable y perder peso si fuese necesario".
Esto supone, pues, la praxis regular de gimnasia físico y, en el caso de los pacientes con obesidad, "achicar su peso entre un 7 y un 10%". En cuanto a la comida, la doctora Bargalló recomienda evitar todos estos alimentos y bebidas:
"El licor es un tóxico para el organismo, de modo que este tratará de deshacerse de él cuanto antiguamente. El hígado es el encargado de metabolizarlo para que no se acumule en el cuerpo. Hay que tener en cuenta que el licor aporta calorías, y que un consumo excesivo y continuado favorece la transformación de este en gordo, que se acumulará a través del hígado provocando inflamación y la creación de otras sustancias proinflamatorias que provocan la destrucción de las células", explica la doctora Bargalló. Licor
Así pues, con el tiempo puede desarrollarse hígado untoso, puede darse hepatitis aguda alcohólica y en los casos más graves, cirrosis. La susceptibilidad individual puede variar, y el objetivo tóxico es superior en mujeres que en hombres. "Por este motivo se considera que un consumo excesivo de licor es superior a 20-30 gramos diarios en mujeres (el equivalente a una copa de morapio) y 30-40 gramos diarios en hombres (2 copas de morapio)", concluye.
"La mejor dieta es siempre la mediterránea, rica en frutas y verduras (con parada contenido en polifenoles que tiene un importante objetivo antioxidante), con reducción del consumo de carne roja y alimentos procesados", explica Bargalló. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Ben-Gurion de Néguev (Israel), una dieta rica en polifenoles y la reducción de la carne roja tienen un papel fundamental en la reducción de la gordo hepática. Los polifenoles se encuentran en alimentos como las uvas, las fresas, las frambuesas, la obús y los arándanos, en algunas verduras como la remolacha y la berenjena, en hortalizas como el tomate y la cebolla, en legumbres y en cereales integrales.Carne roja
Por su parte, la Ordenamiento Mundial de la Vigor (OMS) recomienda desde el año 2015, cuando clasificó la carne roja como posible carcinógeno, no aventajar en ningún caso los 500 g semanales. Lo mismo ocurre con fiambres y embutidos, cuyo consumo debería ser inepto, según recomienda el Plato Harvard, manufacturado por científicos de esta universidad como nuevo patrón para una comida saludable. Lo mejor es, según los científicos de la Universidad de Harvard, obtener las proteínas de legumbres, frutos secos, huevos, pescado y carnes blancas.
Evitar el consumo de pastelería, pastas y galletas es fundamental no solo para surtir una buena vitalidad del hígado, sino incluso un peso adecuado, ya que son productos que suelen aportar gran cantidad de calorías y muy pocos nutrientes. Consumir cada día pastelería industrial tiene, de hecho, otras consecuencias para el organismo. Una investigación realizada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de Navarra indica que el consumo de pastelería industrial y comida rápida puede asociarse con un incremento del peligro de desarrollar depresión en un 51%. "Incluso pequeños consumos se asocian con un peligro significativamente anciano de desarrollar esta enfermedad", señala el estudio.Repostería
Un revisión de investigaciones publicada en la revista Avituallamiento Clínica en Medicina concluye que la enfermedad metabólica hepática gordo (EMHG) está causada, principalmente, "por una comida poco saludable", de modo que es fundamental "restringir el aporte de hidratos de carbono con parada índice glucémico, en exclusivo el de fructosa a través de bebidas azucaradas". Esto incluye incluso los zumos y licuados de frutas, aunque sean naturales. Lo explica la nutricionista Fátima Branco: "al no contener fibra, los licuados naturales tienen una gran cantidad de azúcares libres, que provocarán picos de carbohidrato en el organismo, de modo que lo mejor es consumir siempre la fruta entera, indemne en ocasiones excepcionales".Bebidas azucaradas
Según investigación de la Universidad de Jinan, en Guangzhou (China), el consumo elevado de sodio podría dar emplazamiento a una serie de cambios en el hígado, como células deformes, mayores tasas de crimen celular y menores tasas de división celular, cosa que podría conducir a la fibrosis hepática.Sal
Entre los alimentos que sí deberíamos incluir en la dieta encontramos los siguientes:
"Aunque puede suceder factores de susceptibilidad genética, la incidencia de la EHGNA crece en paralelo a la invasión de obesidad y diabetes de los países desarrollados, donde ha pasado a ser la causa más importante de enfermedad crónica del hígado, tras los grandes avances en el tratamiento de las hepatitis víricas B y C". Por consiguiente, es conveniente aportar a la dieta alimentos muy nutritivos y bajos en grasas, como son, en este caso, las verduras de temporada. Verduras y hortalizas
Según los investigadores de la Universidad Ben-Gurion de Néguev (Israel), una dieta mediterránea verde, es aseverar basada en el consumo de frutas, verduras y hortalizas, reduce la gordo intrahepática más que otras dietas saludables y reduce a la fracción la EHGNA. De hecho, los investigadores recomiendan enriquecer esta dieta verde con más verde, incluyendo desde cuatro tazas diarias de té verde a 100 g diarios de Mankai, un conocido verde procedente de una planta acuática con un parada contenido en polifenoles.
Según este mismo estudio, la dieta mediterránea ideal para combatir el hígado untoso debe incluir incluso la ingesta diaria de nueces (aproximadamente unos 28 gramos). Las nueces son, adicionalmente, muy recomendables para otras funciones del organismo y Branco destaca su parada contenido en ácidos grasos omega-3, fundamentales "para surtir a guión el colesterol, los triglicéridos y la hipertensión". Nueces y otros frutos secos
En este sentido, la doctora Bargalló recuerda que "es imprescindible advertir y tratar correctamente todos los factores metabólicos, como la diabetes, la hipertensión y el exceso de colesterol o triglicéridos, así como un estilo de vida saludable y la pérdida de peso" para surtir a guión el hígado untoso. Por su parte, Branco recomienda tomar nueces y otros frutos secos como tentempié entre comidas, ya que adicionalmente son saciantes, desplazan el consumo de otros alimentos menos saludables y ayudan a aparecer con menos anhelo a la próximo comida.
Bargalló recomienda incluir en la dieta alimentos como el grasa de oliva y el pescado garzo, ricos en grasas saludables. De hecho, la doctora insiste en que "la dieta puede proteger del peligro de desarrollar enfermedades más graves del hígado a pesar de que no se produzca una gran pérdida de peso, ya que pese a que el exceso de peso es, sin duda, un número de peligro incluso hay personas en normopeso con esta problemática por una susceptibilidad genética". Por consiguiente, conviene incluir grasas de buena calidad tanto si tenemos sobrepeso como si no.Óleo de oliva y otras grasas saludables
Este tipo de grasas (incluso presentes en alimentos como el aguacate y los frutos secos) tienen, adicionalmente, un objetivo protector para la vitalidad cardiovascular, profundamente vinculada al hígado untoso. Lo explica la doctora Bargalló: "Menos de los problemas relacionados directamente con el mal funcionamiento del hígado, esta enfermedad incluso puede comportar problemas asociados al aumento del peligro cardiovascular, que es la primera causa de mortalidad en estos pacientes, o de aparición de tumores".
La doctora recuerda adicionalmente que, pese a que el dictamen es complicado al tratarse de una enfermedad silenciosa, "se puede sospechar en exploración de parentesco por alteraciones de las transaminasas, así como del azúcar y colesterol y incluso a través de una ecografía estomacal que puede identificar este hígado untoso".
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