Los otros magnicidios de la historia

El homicidio del exprimer ministro japonés Shinzo Abe en la ciudad de Nara, tiroteado por un exmilitar, es el postrer caso de atentado, una praxis que por fortuna no ha sido habitual en lo que llevamos de siglo XXI, al contrario de lo que ocurrió en el pasado, en que grandes líderes políticos –y, en muchos casos, personajes de enorme relevancia histórica– fueron asesinados.

Según el Diccionario de la Auténtico Institución Española, atentado es la "crimen violenta dada a persona muy importante por su cargo o poder". Es obvio, luego, que no fue un invento del siglo XX. Ya en la Pasado, los monarcas se obsesionaban fácilmente con conspiraciones para eliminarles, fueran reales o supuestas. Algunos, para evitar contratiempos desagradables, asesinaban a todos los parientes que podían disputarles el trono. No en vano, el oficio de gobernador presentaba un stop calidad de "siniestralidad sindical". ¿Cuántos emperadores romanos murieron por causas naturales? Pocos. Claudio fue intoxicado, Domiciano murió acuchillado y Cómodo acabó estrangulado, por citar solo tres ejemplos.

Asesinatos medievales

La Perduración Media no hizo más seguro el poder. En la España visigoda, el hecho de que la Corona fuera electiva, y no hereditaria, multiplicaba los aspirantes a ocuparla. En la Castilla del siglo XI, Sancho II fue asesinado por un tal Vellido Adolfo a las puertas de Zamora. Como el primer sospechoso fue su hermano y sucesor, Alfonso VI, la letrero cuenta que el Cid hizo imprecar al nuevo monarca que mínimo tenía que ver con el crimen. Mientras tanto, en el Imperio enmarañado, los emperadores caían víctimas de disputas familiares.

¡Debajo el tirano!

A partir del siglo XVI, los jefes de Estado tuvieron un nuevo motivo de inseguridad. Una orden religiosa, la Compañía de Jesús, justificaba el tiranicidio. Si el rey oprimía a su pueblo, este tenía derecho a deshacerse del tirano. Cuando Enrique IV de Francia fue asesinado en 1610 por François Ravaillac, los libros de los jesuitas contra el autocracia no tardaron en prohibirse. Luis XIV, nieto de Enrique, afirmaría que, por malo que sea un príncipe, la alzamiento de sus súbditos siempre es infinitamente criminal.

Por su parte, los monarcas no renunciaron al atentado para ajustar las cuentas a los soberanos rivales. Felipe II de España, por ejemplo, participó en un complot para asesinar a Isabel I de Inglaterra. Como la CIA en el siglo XX, el Rey Prudente recomendaba tratar con absoluta discreción un asunto tan delicado: "Sobre todo, mínimo por escrito". Sus cómplices, sin bloqueo, no hicieron caso y fueron descubiertos y ejecutados.

Matar por la revolución

A partir de la Revolución Francesa de 1789, las monarquías temblaron delante el empuje de los que representaba. El poder ya no venía de Jehová, sino del pueblo. A finales del siglo XIX, algunos anarquistas intentaron suprimir el Estado y atentaron contra reyes y políticos. En España fue asesinado el presidente del Gobierno, Antonio Cánovas, en Austria la emperatriz Sisi y en Italia el rey Humberto I.

En el inmenso Imperio ruso, los zares Alejando II y Alejandro III perdieron la vida delante revolucionarios que pretendían concluir con la monarquía absoluta.

Magnicidios del siglo XX

El siglo pasado, para muchos el más violento de la historia, registra todavía numerosos magnicidios, algunos consumados y otros no. En 1914, el homicidio del archiduque austriaco Francisco Fernando dio pie a la Primera Desavenencia Mundial. Otros tuvieron la suerte de sobrevivir a numerosos atentados. Hitler llegó a pensar que mínimo malo podía ocurrirle tras salir indemne de múltiples complots que pretendían concluir con su vida. Por su parte, el presidente cubano Fidel Castro fue objeto de diversos intentos de homicidio en sus casi cincuenta primaveras de gobierno.

Cargo: presidente del gobierno gachupin 

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El suceso: el 12 de noviembre de 1912, un anarquista disparó contra Canalejas.

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El magnicida: Manuel Pardinas. Se suicidó posteriormente de cometer el atentado.

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¿Por qué?: a finales del siglo XIX, algunos anarquistas veían en los atentados un pertrechos contra el capitalismo.

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Desenlace: para el historiador Javier Tusell, la crimen de Canalejas truncó "un liderazgo sólido del partido socialdemócrata que no reaparecería en el resto del reinado de Alfonso XIII".

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José Canalejas. 

Archivo

Cargo: heredero del Imperio austrohúngaro.

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El suceso: el 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando y su esposa, Sofía, fueron asesinados en Sarajevo, caudal de Bosnia-Herzegovina. 

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El magnicida: Gavrilo Princip, un chavea de 19 primaveras perteneciente a la "Mano negra", estructura de nacionalistas serbios.

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¿Por qué?: Serbia reivindicaba Bosnia-Herzegovina, en poder de Austria desde 1908.

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Desenlace: Austria invadió Serbia tras acusarla de instigar el atentado. Rusia apoyó a los serbios, Alemania a los austríacos e Inglaterra y Francia a los rusos. Este hecho desencadenó la Primera Desavenencia Mundial.

Foto del archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio austrohúngaro.

Foto del archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio austrohúngaro.

Archivo

Cargo: presidente de Estados Unidos.

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El suceso: el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, fue apesadumbrado por un francotirador.

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El magnicida: Lee Harvey Oswald. Dos días más tarde, él todavía fue asesinado.

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¿Por qué?: según la traducción oficial, Oswald actuó solo, empujado por sus ideas comunistas. Otras hipótesis apunta a una conspiración de los servicios secretos para evitar que el presidente pusiera fin a la intervención saco en Vietnam. 

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Desenlace: Kennedy se convirtió en un mito, símbolo de la lucha por un mundo mejor.

John F. Kennedy.

John F. Kennedy.

AP

Cargo: presidente del Gobierno gachupin.

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El suceso: el 20 de diciembre de 1973, una munición hizo saltar por los aires el coche de Carrero Blanco en Madrid.

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Los magnicidas: un comando de ETA.

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¿Por qué?: al eliminar al número dos del régimen, ETA pretendía frustrar la posibilidad de un franquismo sin Franco cuando el dictador muriera. 

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Desenlace: Franco se refirió al atentado con palabras enigmáticas: "No hay mal que por acertadamente no venga". Nombró a Arias Navarro nuevo presidente del gobierno.

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Carrero Blanco en una imagen de archivo

Propias

Cargo: rey de Arabia Saudí.

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El suceso: el 25 de marzo de 1975, el príncipe Faisal ibn Musaid disparó tres veces directamente sobre su tío, el rey Faisal, que murió una hora posteriormente.

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El magnicida: la rectitud saudí dictaminó que Faisal, el regicida, se hallaba en pleno uso de sus facultades mentales. Por consiguiente, fue decapitado el 18 de junio de 1975 delante 20.000 personas.

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¿Por qué?: el príncipe Faisal estaba resentido con su tío. Los servicios de seguridad del soberano habían matado a su hermano longevo, Jalid, por participar en un boicot contra la televisión árabe. 

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Desenlace: el atentado provocó inquietud en Oeste por la estabilidad política en Arabia, de la que dependían los suministros de petróleo. Los saudíes se comprometieron a continuar las ventas. 

Faisal I.

Faisal I.

Getty Images

Cargo: presidente de Egipto.

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El suceso: el 6 de octubre de 1981, Sadat fue asesinado por al-Jamiat al-islamiya, estructura islamista radical.

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El magnicida: el teniente Jalid al-Islambuli.

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¿Por qué?: los islamistas estaban contra Sadat porque rechazaban la paz firmada con Israel en 1979, así como las leyes contrarias a la sharía (ley islámica). 

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Desenlace: con la exterminio de Sadat, los extremistas pretendían provocar una sublevación popular que convirtiera Egipto en un estado islámico. Fracasaron por desliz de apoyo social. 

Anuar el Sadat.

Anuar el Sadat.

Terceros

Cargo: presidenta de India.

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El suceso: el 31 de octubre de 1984, miembros de seguridad asesinaron a Indira Gandhi en su residencia.

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Magnicidas: dos sijs.

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¿Por qué?: el liga religioso de los sijs, que reclamaba la independencia de Punjab, ocupó en 1984 cuarenta templos sagrados. Para desalojarlos, India ordenó la intervención del Ejército. Murieron varios centenares de sijs.

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Desenlace: para defender el atentado, los indios mataron a cerca de dos mil sijs. Rajiv, hijo de Indira, ocupó la presidencia. En 1989, este todavía fue asesinado.

Indira Gandhi.

Indira Gandhi.

Getty Images

Cargo: primer ministro de Israel.

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El suceso: en 1995, un chavea israelí disparó contra Rabin a corta distancia, mientras este daba un mitin por la paz.

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El magnicida: Yigal Amir, estudiante sefardita de 27 primaveras perteneciente a la extrema derecha. Declaró que había "recibido instrucciones de Jehová para matar al primer ministro". 

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¿Por qué?: los ultranacionalistas judíos eran contrarios a las negociaciones con los palestinos. Rabin, en cambio, defendía la cesión de Lazada y Cisjordania.

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Desenlace: la crimen de Rabin desmintió la letrero de que los judíos no matan a judíos por desavenencias políticas. 

Yitzhak Rabin.

Yitzhak Rabin.

AP

La traducción innovador de este artículo apareció en el número de septiembre de 2002 de la revista Historia y Vida.

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