Días de preparación y chiquero para el presidente Pedro Sánchez y los líderes parlamentarios que esta semana subirán a la tribuna del Congreso en el vigésimo sexto debate sobre el estado de la nación. Los equipos de asesores ponen a punto la peroles argumental siete primaveras posteriormente de que se celebrase el postrer gran debate que toma el pulso de la situación política del país y que fue instaurado en 1983 por Felipe González para que tuviera ocasión cada año, exceptuado los electorales. Mucho ha llovido desde que en febrero del 2015 el entonces presidente Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, como patriarca de la concurso, se enfrentaban en la tribuna.
Los 25 debates que se han sucedido desde 1983 sirven como retrato de la trayectoria del país desde que González se inspirase en el State of the Union Address y lo trasladase a España, de Estados Unidos. A diferencia de este, es una costumbre parlamentaria y no está regulado. Se estructura siguiendo la pauta de los debates de investidura con un tiempo de intervención ilimitado para el presidente y 30 minutos para los representantes de los grupos parlamentarios en su primera intervención.
El trayecto de González en el primer debate dibujaba el contexto de un país con un intento fresco de porrazo de Estado y impresionado por la situación económica –con una inflación del 15%–, una construcción del Estado de las autonomías protagonizada por la sentencia pro autonómica del Tribunal Constitucional en contra de la Loapa –la ley que quería frenar el proceso de descentralización-, el terrorismo –ETA había asesinado a 23 personas en el primer año de vigencia del PSOE– y la inseguridad ciudadana. Citas anuales cuyo exploración universal ha sido por Luis Izquierdo, director de comunicación de la ex presidenta del Congreso Ana Pastor, en la argumento El estado de la nación: 30 primaveras de la Historia de España .
Un Felipe González que se mide a Manuel Fraga en tres ocasiones, y donde van emergiendo las grandes cuestiones de la plazo de los 80. Entre otras la adhesión a la Comunidad Económica Europea, el referéndum de la OTAN o la huelga caudillo de 1988.
Una cita anual que además describe la trayectoria del primer partido de la concurso. La marcha de Fraga en torno a Galicia y el fugaz Antonio Hernández Mancha en el PP. Y la presentación de Aznar en los 90 con sus primeros duelos perdidos frente a González y su progresiva consolidación mientras el PSOE va consumiéndose de la mano de los casos de corrupción. El histórico “váyase señor González” data de 1994. En 1997, el líder del PSOE realiza su postrer debate ya como patriarca de la concurso. Pasan a partir de entonces por la tribuna Josep Borrell, en un debate en el que perdía con Aznar abocándole a la dimisión. Y posteriormente llegó y se fue Joaquín Almunia.
Con la mayoría absoluta del PP en el 2000 aterriza el novel José Luis Rodríguez Zapatero rompiendo el tono del discurso a colchoneta de “talante”. La España que estrena el nuevo siglo palabra de la inmigración y de la entrada en circulación del euro. Pero en el 2001 el atentado del 11-S, acompañado del construcción del PP en la política extranjero marca un nuevo rumbo que desembocará en el apoyo a Estados Unidos en la pugna de Irak.
Zapatero celebra su primer debate como presidente en el 2005. Han pasado unos meses desde el atentado de Madrid del 11-M y Rajoy es el patriarca de la concurso. Cambia la política extranjero, se rompe el pacto antiterrorista en lo que es el inicio de la negociación con ETA, se presentan las leyes de ampliación de derechos –casorio sarasa–. E irrumpe en el Congreso el debate sobre el nuevo Estatut.
Entrado el nuevo siglo, Zapatero no quiso ver la crisis económica que se cernía sobre España. En el 2011 se despedía con la crisis y la sentencia del Constitucional sobre el Estatut marcando la dietario política. Llegaba Rajoy a la Moncloa y tomaba el licenciatura en la concurso Alfredo Pérez Rubalcaba, que en el debate del 2013 sacaba a colación el caso Bárcenas, cuyas sombras atenazaron al PP.
En este trayecto habría que referirse al papel de muchos grupos, y especialmente de CiU, cuyos oradores han impresionado además la historia en el Congreso. Advertía hace 7 primaveras Josep Antoni Duran Lleida a Rajoy que de querella en querella podía matar encontrándose con una afirmación autónomo de independencia. Retratos de un país.
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