Uber admite errores en su llegada a muchas ciudades hasta el cambio de rumbo de 2017

Una filtración revelada por el Conscorcio Internacional de Periodistas de Investigación ha expuesto un conjunto de malas prácticas de Uber en su política de implantación en las principales ciudades de todo el mundo. Según estas informaciones, la compañía estadounidense logró penetrar en muchos mercados gracias a una logística que pasaba por incumplir leyes, engañar y hacer lobby en las más altas esferas. La propia empresa californiana ha admitido errores en esta ristra, pero ha querido dejar claro que forman parte de su previo etapa, antaño de la revolución en su dirección a partir de 2017.

Los más de 124.000 documentos que componen los Uber Files dejan al descubierto las prácticas éticamente cuestionables de la compañía que dirigía entonces Travis Kalanick y que pasaban por cortejar a primeros ministros, presidentes, milmillonarios, oligarcas y magnates de los medios de comunicación.

'Uber files'

El CEO de Uber hasta 2017, Travis Kalanick, reconoce en las grabaciones que actúan como "piratas"

Los documentos filtrados están datados entre 2013 y 2017 e incluyen comunicaciones del propio Kalanick con sus directivos. Uno de ellos reconoce que se comportan como "piratas" y en otro documento filtrado añade, de forma diáfana: "Simplemente somos jodidamente ilegales".

Hay 40 países afectados por los documentos reunidos por el diario inglés The Guardian, que ha compartido los mismos con 180 periodistas de 29 países.

Jill HazelbakerSenior Vicepresident de Marketing y Asuntos Públicos de Uber

En respuesta, desde Uber han subrayado su cambio de rumbo desde el cambio en la dirección de la compañía: "No hemos puesto ni pondremos excusas por los comportamientos pasados que claramente no son coherentes con nuestros títulos actuales". "Pedimos que nos juzguen por lo que hemos hecho en los últimos cinco primaveras y por lo que haremos en los próximos primaveras", remachan desde la firma californiana.

Así, reconocen los "errores cometidos en la gobierno de Uber antaño de 2017" y reivindican los cambios que suponen "una de las mayores revoluciones empresariales de la historia de Estados Unidos" en palabras de la directiva de Uber Jill Hazelbaker. Adicionalmente, la empresa defiende que desde el principio su "objetivo" fue "trabajar de forma transparente con los gobiernos para encontrar formas de modernizar o crear nuevas leyes que dieran cabida a las nuevas alternativas de transporte". 

Jill HazelbakerSenior Vicepresident de Marketing y Asuntos Públicos de Uber

"Hemos pasado de una era de confrontación a una de colaboración, demostrando una y otra vez la voluntad de dialogar y encontrar puntos en global con antiguos detractores, incluyendo a sindicatos y empresas de taxis", enfatiza Hazelbaker, en un comunicado en el que Uber destaca que la empresa está regulada en más de 10.000 ciudades de todo el mundo. "Trabajamos con los gobiernos a todos los niveles para mejorar la vida de quienes usan nuestra plataforma, y las ciudades en las que operamos", concluye.

'Uber files'

Kalanick no temía el choque con los taxistas: "La violencia garantiza el éxito"

En la filtración, el antiguo CEO Kalanick rechaza en una  comunicación con sus ejecutivos las reticencias a destinar a conductores a una manifestación de taxistas pese al peligro de violencia. "Creo que vale la pena. La violencia garantiza el éxito", dijo en uno de los archivos desvelados.

Un portavoz de Kalanick ha subrayado que "en absoluto sugirió que Uber debiera aprovecharse de la violencia a costa de la seguridad del conductor". "Cualquier insinuación de que hizo poco así sería totalmente falsa", insisten desde el entorno del previo CEO.

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Conversaciones con Macron para penetrar en Francia e insultos a Scholz en Alemania

En los documentos hay una conversación entre Kalanick y el flagrante presidente francés, Emmanuel Macron, entonces ministro de Caudal, que revela que ayudó a la empresa en secreto para penetrar en Francia facilitando el entrada a altos funcionarios. Macron menciona incluso que la empresa tenía un "acuerdo" secreto con sus rivales internamente del Gobierno francés.

Otros políticos que no eran tan receptivos eran claramente despreciados por los ejecutivos de Uber, según estas comunicaciones. Así, el canciller teutón, Olaf Scholz, exigió un aumento de los salarios de los conductores cuando era corregidor de Hamburgo. "Es un auténtico payaso", comentaron los dirigentes de la empresa.

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Travis Kalanick, cofundador y antiguo CEO de Uber, en una imagen de archivo 

ERIC PIERMONT / AFP

Hasta el ahora presidente estadounidense, Joe Biden, era despreciado por Kalanick, que comentó respecto a una reunión prevista entre entreambos en el Foro Crematístico Mundial de Davos que "le he dicho a mi familia que le transmitan que cada minuto que llegue tarde es un minuto menos que estará conmigo". Entonces Biden era el vicepresidente de Barack Obama y uno de los más firmes defensores de la empresa.

El maniquí de empresa pasaba por unos servicios insostenibles económicamente pero que les permitían controlar el mercado en ciudades de todo el mundo, de Moscú a Johannesburgo y presionar a las autoridades para que se pudiera utilizar su aplicación.

En muchas ciudades tuvieron éxito, pero en otras su penetración no fue tan amplia y se redoblaba la ataque. "Es una parte común del negocio de Uber (...). Abraza el caos. Estás haciendo poco importante", argumentó Kalanick sobre la entrada en India.

En países como Bélgica, España, Italia o Francia el conflicto llegaba a las calles con graves protestas de taxistas. En París la empresa animó a los conductores de Uber a participar en contramanifestaciones y acciones de desobediencia civil.

Cuando advirtieron a Kalanick del peligro de respuesta de "matones de extrema derecha" y de que estaba "alimentando una pelea", éste dijo que "vale la pena". "La violencia garantiza el éxito y hay que enfrentarse a estos tipos, ¿no?", remachó. Esta logística es coincidente a la propuesta de otro documento en el que se plantea "utilizar como un armas" a los conductores y rendir la violencia que sufrirían "para potenciar el fuego de la polémica".

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Servirse agresiones contra conductores de Uber para ganar más licencias

Todo ello respondía así a un libreto que se aplicó en Italia, Bélgica, España o Suiza, según los correos electrónicos filtrados. Cuando encapuchados, supuestamente taxistas, atacaron a los conductores de Uber con martillos en Ámsterdam en 2015, la empresa logró concesiones de las autoridades.

Animaban a los conductores a denunciar delante la policía. "Serán portada mañana. Seguimos unos días más con el discurso de la violencia y posteriormente, la opción" frente al "cártel" del taxi, señala uno de los textos.

"No somos legales en muchos países. Deberíamos evitar realizar declaraciones polémicas", reconocía uno de los directivos. "Nos hemos convertido oficialmente en piratas", decía otro.

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