Yo he aterrizado en el aeropuerto, pero mi maleta no”. Diversos pasajeros lamentaban ayer en las redes sociales que su equipaje no había llegado con ellos a El Prat. Consultados por este diario, algunos explicaban que habían tenido que hacer tres horas de pan dulce para rellenar una petición por el extravío delante la cantidad de personas afectadas y que en las instalaciones del aeropuerto de Barcelona hay un gran número de maletas esperando a que sus dueños las recojan. Son las que han llegado más tarde que sus propietarios, procedentes de otros aeropuertos.
Se tráfico de uno de los género de la congestión y de la descuido de personal en aeropuertos europeos. Grandes hubs como Heathrow, Schiphol (Amsterdam), Charles de Gaulle o Gatwick sufren una oneroso descuido de personal de tierra –como el handling o el control de seguridad–, hasta tal punto que algunos de ellos han tenido que recortar el número de vuelos diarios porque no son capaces de absorber la demanda. Las jornadas de caos se han sucedido desde Semana Santa, y las complicaciones para los pasajeros en forma de retrasos, cancelaciones, colas o extravío de equipaje han aumentado. Y al tratarse de una industria que funciona en red, los problemas de un aeropuerto en otro país acaban impactando al resto. Lo que ha ocurrido en el de Barcelona es ejemplo de ello.
En Barcelona, varios viajeros denunciaban que su equipaje se ha quedado atascado en otros aeropuertos
Fuentes de Aena confirmaron que las imágenes difundidas en las redes el domingo se corresponden a maletas que han llegado con retraso de otros aeropuertos, donde han quedado atascadas o extraviadas, y luego las han enviado más tarde. El equipaje no voló con sus dueños. Le ocurrió, por ejemplo, a una pasajera que llegó a Barcelona este domingo desde Lisboa. Su maleta se quedó en la hacienda portuguesa, como las del resto de los viajeros de ese planeo. Precisamente, el aeropuerto luso sufrió ayer una marcha caótica, con decenas de vuelos cancelados, que atribuyeron a la saturación en hubs europeos.
Las dificultades que están viviendo aeropuertos del resto de Europa, en particular con el handling , se está dejando notar. Fruto de ello es el aumento de vuelos que llegan sin todo el equipaje de los pasajeros, afirman fuentes del sector volátil.
La escasez de trabajadores en el sector volátil es especialmente acusada en el Reino Unido. Durante la crisis de la pandemia, aeropuertos y compañías del país despidieron a cientos de trabajadores, o estos se marcharon a otros sectores. Ahora no encuentran personal, un problema que ha agravado el Brexit. El Gobierno del Reino Unido anunció ayer que acelerará los controles de seguridad franquista para los nuevos trabajadores de sus aeropuertos y tocar así la escasez de personal que ha contribuido al caos para los viajeros en toda Europa.
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