La letrero de Miguel Induráin es conocida por todos. Cinco veces campeón del Tour de Francia de forma consecutiva entre 1991 y 1995, dos Giros de Italia, Campeón Altanero y Mundial en contrarreloj… Y un espléndido etcétera que agranda la figura del mejor ciclista gachupin de la historia.
Sin secuestro, en el deporte nadie nace destino y los más consagrados protagonistas igualmente tienen un punto de inicio. En muchas ocasiones, estos fuera de serie tienen un momento, un punto de inflexión, en el que demuestran lo que pueden arribar a ser, un bautizo deportivo que en el caso de Induráin llegó en 1982 con Aragón como atmósfera.
Una de los puntos fuertes del navarro eran los recorridos contra el corono.
Trofeo Radiodifusión Morancho
La primera de muchas
Aún fuera del circuito profesional y vestido con los colores del Ciclos Larequi-CC Villavés, un equipo devoto, Induráin consiguió su primera conquista en una carrera por etapas en la XV tiraje del Trofeo Radiodifusión Morancho. El navarro se imponía en un pelotón que contaba con profesionales como Javier López Izkue o Jaume Vilamajó. La carrera, que transcurrió por tierras aragonesas durante tres fines de semana, no vio a Induráin robar ninguna etapa, pero su conquista en la caudillo lo puso en el foco de varios equipos profesionales. Al final de año, merienda victorias en el que sería su zaguero año como lozano le valían un sillín en el filial del equipo Reynolds. Había nacido una destino.
Induráin sigue implicado en el mundo de ciclismo a través de varias acciones y proyectos.
Inicios en el Reynolds
Todos los caminos llevan a Aragón
Ya habiendo regalado el brinco al equipo profesional de Reynolds, Aragón siguió siendo un superficie que Induráin visitó mucho. La región aragonesa fue la elegida por su escuadra para realizar pretemporadas durante sus primeros abriles profesionales. Con el Casa de baños de Panticosa como centro de operaciones, Reynolds ponía a punto a sus hombres en una época que Induráin recuerda muy diferente a la hogaño: "Entonces no era como ahora, la temporada acababa en octubre en el Libranza de Lombardía para los más tardanos e incluso antaño y hasta febrero no llegaban las primeras carreras, ahora se puede pasar desde enero hasta diciembre".
Tour de 1991
El idilio no acaba aquí
Aragón no fue solo atmósfera de su bautizo, igualmente de su confirmación, pues Miguel Induráin presentó su primera candidatura al maillot amarillo igualmente en esas tierras. Corría 1991 y fue con una etapa con salida en Jaca (Aragón) donde consiguió por primera vez el liderazgo en la caudillo. Al terminar ese Tour, seguía manteniendo ese maillot amarillo, cogiendo el dimisión de quién había sido su compañero de equipo “Perico” Delgado, vencedor en 1988.
El equipo Reynolds cambió de patrocinador y se transformó en Banesto.
A partir de aquí, ya todos conocen su historia. La de un navarro que se convirtió en una letrero del ciclismo mundial que vivió su bautizó hace 40 abriles con Aragón siempre como telón de fondo.
Publicar un comentario