En junio de 2018 dos policías municipales de Estepona (Málaga) agredieron sexualmente a una verde, de 18 primaveras, en el domicilio en el que se hospedaba. Cuatro primaveras más tarde, los agresores no tendrán que retornar a pisar la mazmorra tras un acuerdo con la víctima que ha evitado que llegaran a proceso. Así lo ha aventajado este mismo miércoles 'El Boletín' tras conocer la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga.
Los dos agentes, Juan Carlos Galván y Vicente Peña, de 40 y 41 primaveras, han sido condenados a una pena para cada uno de dos primaveras de mazmorra, expulsados del cuerpo policial y han indemnizado a la víctima con 80.000 euros. A cambio de eludir la mazmorra deberán someterse todavía a un curso de "educación sexual".
Los agresores llevaban en prisión desde junio de 2018, momento en el que se produjeron los hechos, pero ya no volverán a entrar tras la suspensión de la condena. Según han explicado fuentes del caso a 'El Boletín', el motivo del acuerdo radica en que la víctima no quería retornar a revivir la incertidumbre en la que fue agredida por los dos agentes policiales. Lo que se conoce como revictimización, es proponer, retornar a victimizar a la verde durante su proceso sumarial al explicar varias veces el relato o someterse a preguntas que ponen en interdicto su traducción, las cuales generan un sentimiento de vergüenza y culpabilidad.
La incertidumbre del 9 de junio
Los hechos se remontan a junio de 2018 cuando la verde acudió con dos amigos, desde Madrid a Málaga, a suceder unos días a la Costa del Sol para celebrar el fin del curso escolar y la prueba de ataque a la universidad.
La víctima manifestó que viajaba la mañana del domingo próximo a dos amigos en el transporte de uno de ellos cuando fueron interceptados en un control policial por los dos agentes.
Durante la intervención, los policías preguntaron al conductor si había consumido bebidas alcohólicas y, en presencia de la contestación afirmativa de este, le indicaron que dejara el transporte aparcado, le pidieron a continuación un taxi para que los trasladara a su domicilio y le solicitaron el número de teléfono a una de las chicas con la excusa de ponerse en contacto seguidamente para indicarles la dirección del depósito donde dejarían el coche.
Los policías se aprovecharon de su condición de agentes de la ley, de la diferencia de permanencia y del estado ebrio de la verde
Según el relato de la denunciante, momentos luego de que los tres amigos llegaran a su edificio, se personaron los dos agentes con el uniforme y con el coche particular de uno de ellos. Tras suministrar una breve conversación en la calle, propusieron a los jóvenes subir al domicilio, a lo que accedieron al ser policías y temer represalias.
Uno de los policías, ya en el domicilio, dijo: "Bueno, ¿cómo se empieza una orgía?". Según la sentencia, los policías se aprovecharon de su condición de agentes de la ley y la diferencia de permanencia para cometer la atentado. Desnudaron a la víctima mientras esta oponía resistor y prepararon tres rayas de cocaína insistiéndole a la verde que consumiera una de ellas. Ella se negó, pero uno de los agresores le introdujo la sustancia a la fuerza. Según la sentencia, la víctima acabó por someterse mientras le tocaban los pechos y la penetraban vaginalmente.
Uno de sus amigos, intentó ayudarla, pero fue intimidado por los agentes. Su otra amiga, presa de un ataque de ansiedad, según sus declaraciones, huyó de la casa y acudió a pedir ayuda.
En un primer momento, la Fiscalía pidió para ellos 30 primaveras de mazmorra para cada policía por la comisión de un delito de atentado sexual, mientras que la delación solicitaba tres primaveras más al considerar que incurrieron en un delito contra la salubridad pública al presionar a la verde a consumir droga. Según la Fiscalía, la víctima sufrió síndrome de estrés postraumático y necesitó tratamiento médico farmacológico y psicoterapéutico.
Sin incautación, el acuerdo entre los agresores y la denunciante cierra el caso mientras que la verde tratará de seguir con su vida tras la violación y el daño irreparable que conlleva.
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