Vamos de Twitter a Facebook. Cotilleamos Instagram. ¿Y qué habrá en TikTok? Sin darnos cuenta, estamos tanto tiempo con el móvil en las manos que es sencillo perder la principios del tiempo.
Los españoles pasamos 6 horas y 11 minutos diarios "conectados", una signo por debajo de la media mundial. Este cifra nos posiciona como el 33º país del mundo que más tiempo utiliza dispositivos tecnológicos, por encima de Japón, Dinamarca y China, según la consultora Sortlist.
¿Qué artículos produce el móvil en la salubridad?
Esa es la pregunta obligada en presencia de afín exposición. Clarín se la transmitió a tres especialistas de distintas áreas para pertrechar un "plano" de cómo el uso del móvil impacta en cada parte del cuerpo.
A modo de parámetro, imaginamos que una persona pasa tres horas continuas navegando en redes sociales. ¿Es mucho? ¿Es poco?
"En esta época tres horas parecería ser ausencia. La mayoría de nosotros pasamos mucho más de tres horas con diferentes dispositivos", asumió una de las entrevistadas, Betty Giselle Arteaga, jefa de pérdida visión del servicio de oftalmología del Hospital Italiano.
Cansancio visual y fanales "que se van"
"Cuando estamos muchas horas con un dispositivo digital se produce un síndrome de exposición a las pantallas que se manifiesta por una error de lubrificación", explica Arteaga.
"Al fijar nuestra atención parpadeamos menos. Al parpadear menos la lloro se distribuye inadecuadamente y sentimos ardor, irritación, cansancio, visión borrosa", completa la oftalmóloga.
Este cuadro se denomina "síndrome de ojo seco" y, según la doble, se puede tratar eventualmente con lágrimas artificiales.
Adicionalmente, cuando hay un vicio de refracción (miopía, astigmatismo, presbicia) se puede presentar cansancio visual y error de foco. Algunas personas incluso pueden comprobar que se le desvía el ojo, "que se va".
Arteaga presta particular atención en las personas con una superficie presencial alterada previamente, por ejemplo, los usuarios de gemelos de contacto, quienes han sufrido cirugías oculares, o los que toman medicamentos en forma crónica que pueden alterar la lubrificación presencial.
En estos casos, el tiempo de exposición a las pantallas que debe tener lugar para que los fanales se vean afectados, "se acorta incluso en minutos", advierte la doble del Hospital Italiano.
Riesgos para el cerebro
El doctor Ismael Calandri, miembro del servicio de neurología cognitiva de Fleni, pone el foco en los artículos para nuestra “salubridad cerebral y mental” de tener lugar, por ejemplo, tres horas continuas navegando en redes.
"Las pantallas implican un nuevo conjunto de tecnologías y incluso de hábitos, de los cuales algunos pueden ser poco saludables. El primero de los riesgos es que aumenta el tiempo de sedentarismo", comenta.
Con el sedentarismo -sigue el neurólogo- crecen en forma significativa las posibilidades de sufrir un conjunto de enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión, diabetes y dislipemia.
Estas entidades, llamadas "factores de peligro", cooperan en dañar las arterias del cerebro y de todo el cuerpo. Y nos hacen más susceptibles a lesiones como las que puede crear un ACV.
Según Calandri, hay suficiente evidencia de que la actividad física disminuye estos factores de peligro, aún cuando no son causados por el sedentarismo. A la vez que alivio la performance cognitiva, por ejemplo, en la atención.
"Cambiar actividad física por pantallas es nocivo, a corto y dispendioso plazo, para nuestro cerebro", sintetiza el doble.
Menos sueño y pérdida elevación
"En un trabajo realizado en Londres en niños menores de tres abriles, vieron que cada hora diaria que pasaban con el móvil o la tablet reducían 26 minutos su tiempo de sueño noctívago. Es suficiente importante, y más a esa etapa", comenta la doctora en neurología Stella Maris Valiensi.
Hace particular hincapié en los niños porque hay una grado que se flama sueño profundo donde se produce una hormona de crecimiento. Si esta grado se ve alterada -advierte- los niños van a tener, por ejemplo, pequeño elevación.
¿Qué podemos hacer para prevenirlo? "Se sugiere que los niños apaguen los medios electrónicos dos horas antaño de copular. Y los adultos una hora antaño", indica Valiensi, que es autora del manual “La ruta del sueño”, publicado por delhospital ediciones del IUHIBA.
Qué enfermedades puede causar el uso del móvil
Los especialistas consultados mencionan otros problemas de salubridad asociados al uso excesivo de las pantallas:
- Cefalea, cansancio, y debe de atención.
- Alteraciones posturales como el dolor de cuello o de espalda, por estar con la inicio flexionada en torno a delante permanentemente.
- Aumento de peso corporal. Al reemplazar deporte por actividades sedentarias, el uso de pantallas hace que nuestras dietas sean hipercalóricas para las tareas y generan sobrepeso.
- Síndrome metabólico. Según Calandri, el sobrepeso puede desencadenar "la flujo más relevante de este siglo" que incluye obesidad, hipertensión, diabetes y dislipemia. Aumenta el peligro de infartos cardiacos, insuficiencia renal, ACV, y es un factótum de peligro para el avance de demencia.
- Quebranto calidad de vida. La tecnología puede aumentar la ansiedad y restringir la actividad social si cambiamos una pantalla por una buena conversación.
- Menos bienestar psicológico. Las redes sociales impactan sobre la autoestima. La exposición a modelos de belleza o éxito ficticios, el instigación publicitario y la carencia de la subsistencia de los otros pueden provocar depresión, ansiedad y trastornos alimentarios.
Entonces, ¿qué hacemos?
Para el doctor Calandri, la respuesta a si la interacción con la pantalla es positiva o negativa se encuentra "en los grises". "No hay un tiempo de exposición nociva al sedentarismo, sino que hay un disbalance entre el tiempo que invertimos en la actividad física y el tiempo en que no", analiza.
La secreto estaría, por lo tanto, en inquirir un estabilidad. Así lo ejemplifica el neurólogo: "Miles de trabajadores pasan ocho horas al día frente a una pantalla, pero aprovechan su tiempo exento en una vida saludable y no tienen más peligro de un ACV o demencia".
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