Arévalo, el C4 500 y María Corbera ponen al piragüismo español en lo más alto

España va camino de hacer historia en la última caminata del Mundial de Halifax de piragüismo posteriormente de que el gallego Carlos Arévalo, 28 abriles, se colgase su segundo oro tras imponerse en la final del K1 200 metros. Este éxito se suma al oro del C4 500 de Joan Tostado, Pablo Carmesí, Manuel Fontán y Adrián Sieiro y a la plata de María Corbera en el C1 200, con la que España ya suma seis medallas en el campeonato, cuatro de ellas de oro.

Arévalo se proclamó campeón del mundo en una gran regata, dominador desde el inicio y venciendo el pulso al que era dominador de la prueba en las últimas competiciones, el húngaro Kolos Csizmadia, que acabó tercero. El piragüista marcó un tiempo de 36"43, imponiéndose al sueco Petter Menning, que entró a 28 centésimas.

Carlos ArévaloPiragüista

El palista gallego había accedido a la final venciendo su serie pero con el tercer tiempo. Sin bloqueo protagonizó una final imponente, primero en todo el trayecto que completó con un tiempo de 36.43, por delante del sueco Petter Menning (36.71) y de Csizmadia (38.82).

"Ha sido una regata muy dura con derrota en contra pero me he enemigo muy acertadamente y estoy muy contento. Las sensaciones han sido muy buenas. Aventajar el oro en el k4 y ahora del K1 es lo mayor. No puedo aspirar a más", manifestó. “Ha sido una carrera muy buena, la regata perfecta. La terminación del pastel, lo de ayer es lo que estaba más centrado, hoy me ha costado entrar en competición, pero no puedo pedir más”, dijo el gallego.

Carlos ArévaloPiragüista

“Aun no me lo creo, estoy en una estrato. Hay que poner los pies en la tierra y pensar en nuevos objetivos. Es una satisfacción enorme posteriormente de ofrendar tantas cosas. La vida da muchas vueltas, de acaecer de estar fuera de un equipo franquista a ser campeón del mundo”, añadió.

El de Betanzos suma esta nueva medalla a la conseguida el sábado con el formidable K4 500, que tomó la revancha con Alemania, arrebatándole la corona mundial tras favor cedido en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Unido a Saúl Craviotto, Marcus Cooper y Rodrigo Germade, Arévalo ha formado un equipo que ya fue plata tanto en el Mundial de Szeged 2019, como en la cita olímpica.

Tras los tres metales de la penúltima caminata de la delegación española, España sumó el oro de Carlos Arévalo, pero asimismo una plata, la que María Corbera se colgó en el C1 200. Tras ser cuarta en la Copa del Mundo de Racice, María firmó una gran final en Halifax (Canadá), en una prueba que inició acertadamente, con el dominio de la china Lin Wenjun, que cedió en presencia de el poderío de la estadounidense Nevin Harrison (49.87), campeona en 2019, y acabó cediendo en la pugna por la plata con María (50.54) por solamente una centésima.

La madrileña, de 30 abriles, que el año pasado fue campeona del mundo en C2 200, reedita la plata lograda en los anteriores mundiales en esta misma prueba por Antía Jácome.

El sexto oro, para el C4 500

El C4 500 extendió el gran momento en embarcaciones de equipo de España, que protagoniza un gran final de Mundial con la conquista de dos medallas de oro y una plata.

En una final directa, sin clasificación previa, España aprovechó la partida en el final momento de Alemania y se proclamó campeona del mundo con superioridad que mostraron Tostado, Graña, Fontán y Sieiro, que aventajaron en 49 centésimas a los polacos Aleksander Kitewski, Arsen Sliwinski, Wiktor Glazunow y Norman Zezula, y en 1:10 segundos a los ucranianos Vitaliy Vergeles, Andrii Rybachok, Yurii Vandiuk y Taras Mishchuk.

"Tenemos un gran equipo de piragüismo en España con un altísimo nivel como estamos demostrando en este Mundial, en el que estamos en lo más suspensión", resaltó Carmesí con la satisfacción del éxito conseguido.

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