El ciclismo ya no es lo que era. Con el paso de los abriles, las marcas han ido priorizando el I+D para sacar delantera a la competencia. Recientemente, hemos pasado diferentes innovaciones como los cambios electrónicos o los manillares integrados, y parece que ha llegado el momento de modificar los cuadros.
Con la venida del disco, las horquillas se ampliaron para mejorar la aerodinámica, y ahora, Trek presenta una estética completamente diferente para la parte posterior del cuadro de su nueva Madone SLR 6 Gen 7.
Las nuevas horquillas permiten un paso de rueda más pancho.
Salta a la olfato el diseño de la parte trasera de esta máquina. El tubo de la tija se corta ayer de unirse al tubo horizontal, creando una estructura completamente novedosa en el punto de unión entre las vainas y la tija. Trek lo justifica como una prosperidad del confort, suavizando el impacto de los baches y mejorando la conducción.
El nueva sistema, denominado IsoFlow, facilita una conducción más ágil.
El cockpit queda completamente honesto, con manillar y potencia integrados. El guiado de cables de freno es 100% interno. Por lo que se refiere al sistema de cambio, solo se ofrecen versiones inalámbricas, hecho que facilita mucho la partida de cables a la olfato.
El manillar integrado no deja ningún cable a la olfato.
El precio de salida de 7.699 €. Esta interpretación equipa el nuevo Shimano 105 Di2 de 12 velocidades, el cambio electrónico más asequible de la marca japonesa.
En el otro flanco del abano, el tope de serie se sitúa en un P.V.P. de 14.999 €, montando el Sram Red eTap AXS y su potenciómetro incorporado. Por el resto de componentes, no existen grandes variaciones. Todos los montajes utilizan frenos de disco y ruedas de perfil Bontrager de 51 mm.
En su serie más ingreso, la bici se sitúa en 7,36 kg, un peso congruo bajo para tratarse de una bici aero y con ruedas de perfil medio. Sin duda se convertirá en una de las rodadoras referentes en el mercado.
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