Shein ha conquistado la industria del lowcost. El hércules chino ha conseguido exceder con creces el valencia de mercado de multinacionales como Inditex y H&M. Produce miles de piezas nuevas al día y tras dominar el mercado online ahora se propone hacerlo a pie de calle a través de tiendas efímeras en diferentes ciudades. Aunque ya se habían desvelado algunas de sus malas prácticas y se podía intuir las condiciones a las que sometía a sus trabajadores para conseguir sus bajos precios, con los que es ficticio competir, la evidencia y oscura existencia del funcionamiento de su condena de producción no ha llegado hasta esta semana.
El documental Untold: inside the Shein Machine, emitido el pasado lunes en el canal anglosajón Channel 4, desvelaba las dinámicas de producción de al menos una manufactura de Shein. En la cinta de 45 minutos, el periodista Iman Amrani demuestra con la ayuda de una cámara oculta cómo vive y trabaja la condena de producción.
Uno de los trabajadores:
"Aquí no existen los domingos"
El documental muestra cómo los trabajadores se someten a jornadas laborales de hasta 18 horas por un sueldo de 600 euros al mes. Cómo algunas trabajadoras se ven obligadas a ducharse o lavarse el pelo en la misma manufactura dadas sus interminables jornadas y cómo su sueldo se ve mermado cuando cometen un laudo. "Aquí no existen los domingos", declara uno de los trabajadores.
Inauguración de primera tienda Shein en portal del Angel- Showroom
Según denuncia Amrani en el video reportaje, si cometen fallos en alguna prenda -algunos cobran por cuchitril producida- pueden ver descontado hasta dos tercios de su sueldo. Unas condiciones de trabajo deplorables que se ven agravadas con las declaraciones de Tik tokers e influencers que comentan cómo funciona la logística de marketing de Shein. Colaboraciones con microinfluencers pagadas a través de ropa, descuentos constantes y copias constantes de prendas de otras marcas de ropa, tanto low cost como de suscripción escala.
Shein replica a las denuncias del documental
La puesta en circulación del documental ha provocado una avalancha de comentarios y críticas cerca de el hércules chino, que no ha tardado en emitir como respuesta un comunicado en el que niega ser conocedor de las prácticas de esa manufactura transmitido que, como muchas otras low cost, subcontratan este servicio. La empresa ha asegurado que este tipo de fábricas "violan los códigos de conducta" de Shein y que "tomaran medidas" para disimular la polémica situación que se vive en ellas.
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