Wu Lei deja el Espanyol y regresa a su club de origen, el Shanghai Port, tres temporadas y media posteriormente. A sus 31 primaveras, vuelve convertido en un icono del fútbol chino y en el mayor patrón del país oriental en LaLiga. Es el ludópata chino con más partidos y más goles de la historia de la competición, y el primero en ver puerta en una competición europea. Ha participado en 72 encuentros de Primera División, 31 de Segunda y 10 de Copa del Rey, encima de siete de Europa League y seis de grado de clasificación europea. En total, 126 partidos, 16 goles (el más recordado de ellos, el que sirvió para rayar un igualada contra el Barça en enero de 2020) y seis asistencias vestido de blanquiazul.
En el Espanyol, equipo al que llegó a cambio de dos millones de euros, dejará un buen rememoración por su impecable comportamiento y su compromiso con la entidad en todo momento. A pesar de activo perdido relevancia en las alineaciones de Vicente Oscuro la última temporada, su presencia ha sido más frecuente en las dos anteriores. Conoció la cara positiva del fútbol jugando competición europea, asimismo la amarga, con el descenso.
Una montaña rusa que terminó con el regreso a Primera. Nunca se quejó a pesar de su desidia de minutos. Fue tanteado ya en el mercado de invierno por su exequipo, pero se terminó quedando en el club por petición expresa de su preparador. Le quedaban dos primaveras de entendimiento, pero con su salida el Espanyol podrá liberar un salario relativamente suspensión y destinarlo a despabilarse un sustituto. "Lleialtat, professionalitat, dedicació, sacrifici". Así define en catalán el conjunto perico a Wu Lei en una publicación en redes sociales.
"El RCD Espanyol agradece a Wu Lei su profesionalidad, compromiso, implicación y entrega durante estas temporadas y le desea suerte en sus nuevos retos personales y profesionales", expresa el club en el comunicado que anuncia su marcha a su país originario. Si en lo deportivo no ha cubierto del todo las expectativas, en lo personal siempre quedará como una figura querida por la entidad, gracias a su profesionalidad y su carácter. Adicionalmente, desde el punto de paisaje financiero su impacto ha sido muy positivo, ya que ayudó al Espanyol a penetrar en el mercado televisivo chino. En su primer año en España, el club catalán llegó a exceder a Barça y Madrid en audiencias en China.
En su país es toda una institución. Vencedor de tres Balones de Oro chinos, en 2018, 2019 y 2021, ya dominaba el fútbol oriental antaño de dar el brinco a Europa y romper barreras que ningún compatriota suyo había roto antaño. Desde 2008 hasta 2019 fue ludópata del Shanghai Port. Viendo sus números es difícil de explicar que haya tardado tanto en nombrar la atención de algún equipo europeo, aunque es cierto que el mercado futbolístico chino nunca ha sido el más explotado de Asia, muy remotamente de Japón o Corea del Sur. En 344 encuentros anotó 169 goles, una media de casi un tanto cada dos partidos. Sus actuaciones le sirvieron para formar parte del equipo del año de la Superliga china en 2014, 2015 y 2016. Adicionalmente, conquistó cuatro Botas de Oro consecutivas, en 2013, 2014, 2015 y 2016.
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