La Milla de la Mina: la carrera de oro del barrio

Concha Orroz tiene 87 primaveras, pero su perduración no le impidió participar en la carrera popular que tuvo puesto ayer en el judería de la Mina. Fue la más veterana entre los participantes, y se apuntó al evento porque implicaba producirse tiempo con sus amigas y un modo de cohesionar el judería. Con todo, ya antaño de nacer la carrera tenía claro que no iba a valer. “Ya tengo una perduración”, dijo entre risas.

La calle Ramon Llull de Sant Adrià del Besòs se llenó con vecinos y vecinas del judería, la mayoría de ellos estudiantes de entre 10 y 16 primaveras. La congregación le dio un melodía festivo al judería e hizo a predominar lo mejor de la Mina. ¿El motivo? La celebración de la segunda tirada de la Milla de la Mina, una carrera popular de 1,6 km organizada por los alumnos y profesores de 2º de ESO del institut escola la Mina.

Cursa de la mina

Los alumnos de 2º de ESO y sus profesores fueron los encargados de organizar la carrera 

Adrian Quiroga / Shooting

Los protagonistas de la etapa fueron los estudiantes, pero además los más mayores que mostraron sus ganas de fiesta mientras bailaban al ritmo de Danza kuduro. “Nos interesa participar porque el judería necesita este sentimiento de de colectividad”, explicó Eduard Fuentes. Tiene 70 primaveras y es miembro de La Mina Camina, un clase que promueve la actividad física cuyos integrantes son, principalmente, personas de tercera perduración.

Por otro costado, los grandes acompañantes de la mañana fueron la música y el calor, que a media mañana obligó a los organizadores a sacar una manguera para echar un chorro refrescante por encima a los que lo pidieran. Pero ni las altas temperaturas impidieron que la clan gozará de la carrera. De hecho, este año se batió el récord de participantes con 544 corredores, 60 más que en la tirada que tuvo puesto en 2019.

La experiencia ha empoderado al alumnado y les ha ayudado a pasar sus miedos

Estas cifras son, en parte, gracias a la gran décimo de los otros centros educativos de Sant Adrià. “A excepción de una escuela y un instituto del municipio, han participado todos los centros educativos”, aseguró Agustí Clua, coordinador pedagógico y miembro del equipo docente del tesina. “Pero no solo son los institutos y escuelas de Sant Adrià, sino todas las entidades sociales del judería”, añadió Juan Amaya, uno de los estudiantes responsables de la ordenamiento la Milla.

De hecho, las altas temperaturas que se pronosticaban eran una de las grandes preocupaciones de los organizadores. Para los estudiantes del institut escola La Mina, los días previos a la carrera estuvieron llenos de excitación por temor a que poco no saliera según lo planeado. “La primera tirada salió muy aceptablemente y, si esta salía mal, todos tendríamos cargos de conciencia”, admitía Juan. "Pero al final todo el mundo se lo ha pasado aceptablemente, y eso es lo que queríamos".

cursa de la mina

Los más mayores del judería siquiera se quisieron perder ninguna de todas las actividades que se organizaron 

Adrian Quiroga / Shooting

En parte, estos excitación además se debían a la magnitud del tesina: durante los últimos dos meses han dedicado diez horas a la semana a organizarlo. “La implicación de los alumnos ha sido inmensa, y nos han sorprendido con su entusiasmo y originalidad”, reconocía Francesc Gacia, profesor de Educación Física y el promotor flamante de la Milla. “Ha supuesto un proceso de empoderamiento y toma de responsabilidad por parte de los alumnos, lo que además les ha servido para pasar miedos”, explicó Irene Sabata, tutora de 2º B.

La parte favorita de los más pequeños ha sido poder compartir la experiencia con sus amigos de otras clases. Según Juan, esto les ha obligado a trabajar más en equipo y a formarse a incluir más a todos. Incluso les ha gustado rehuir las clases más monótonas para deshacerse en un tesina diferente. Sin ser conscientes, sin embrago, han adquirido otros aprendizajes como  competencias de catalán, ciencias sociales y tecnología. Respecto a 2019, Clua tiene claro que algunos aspectos han sido más sencillos. “El alumnado de este año es más formado digitalmente, les hemos podido otorgar más tareas que ellos podían hacer de forma autónoma, lo cual ha facilitado mucho las cosas”.

Los vecinos y organizadores confían que proyectos como este cambien la imagen negativa del judería

“Les ha motivado y estimulado mucho a ir con más ganas a la escuela”, explicó Clua. “Juntarnos todos para hacer un tesina como este te emociona”, corrobora Ruth Vargas, otra de las alumnas organizadoras de la carrera. Pero no solo los alumnos se han beneficiario de la experiencia, “para los profesores además ha sido muy aleccionador”, aseguraba el profesor de Educación Física.

Fue este profesor quien, en primer puesto, tuvo la idea de que los alumnos del institut escola la Mina organizaran la Milla. “La idea era que los alumnos aprendieran y se implicaran, pero además dinamizar, crear cohesión social y romper con los estigmas negativos del judería”.

cursa de la mina

Los estudiantes estuvieron muy nerviosos y pendientes de que todo saliera según se había planeado 

Adrian Quiroga / Shooting

Ahora, tanto alumnos como profesores confían que proyectos como este cambien la imagen del judería y sea recordado por las cosas buenas que tiene. “La Mina no tiene muy buena reputación”, lamentaba Izan López, compañero de Juan. “La carrera es una forma de conectar al judería, que no conozcamos más y que todos vayamos a una para prestigiar no solo al centro sino además a todas las entidades y la clan del judería”, ha dicho el coordinador pedagógico.

“Se suele platicar solo de las cosas malas del judería”, lamentaba Juan que además cree que la clan no percibe el instituto como poco valioso, contrariamente a lo que es. "Esta cursa además sirve para que vean que no somos malos. Somos un instituto como cualquier otro, y no somos menos por las cosas que se dicen de La Mina”.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente