Los líderes de las dos mayores economías de Asia, el chino Xi Jinping y el japonés Fumio Kishida, reafirmaron este jueves sus deseos de mejorar las maltrechas relaciones entre sus países en su primer altercado doble en tres abriles.
Su reunión, de poco más de media hora, se celebró en la víspera del puesta en marcha del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Bangkok (Tailandia), la última gran cita regional de una agitada semana diplomática para Asia.
La intención de enmendar lazos se dejó ver ya desde el inicio. Antaño de dialogar a puerta cerrada, Xi expresó su voluntad de trabajar con Japón para apoyar una relación estable. “Entreambos países son importantes para Asia y el mundo, y tienen muchos intereses comunes y espacio para la cooperación”, apuntó.
Por su parte, Kishida subrayó que ambas son grandes potencias que tienen la responsabilidad de defender la paz y la seguridad en la región y el mundo, por lo que es importante “acelerar” la resolución de sus diferencias. “La reunión de hoy es un buen principio para un diálogo con destino a una relación constructiva y estable”, apuntó el japonés.
Este altercado forma parte de la campaña diplomática desplegada esta semana en otras cumbres como la Asean (Camboya) o el G20 (Indonesia) para destensar los rígidos lazos existentes entre el gigantesco oriental por un banda y Estados Unidos y sus aliados por el otro.
Las relaciones entre Pekín y Tokio han sufrido durante los últimos abriles legado el alineamiento de Japón con los esfuerzos liderados por Washington para contrarrestar la influencia regional china a través de alianzas políticas y militares estratégicas como el Aukus (EE.UU., Gran Bretaña y Australia) o el Quad (EE.UU., India, Japón y Australia). Aún así, el país japonés suele tratar de apoyar cierto invariabilidad para evitar irritar a su vecino y que eso perjudique demasiado sus intercambios con su socio comercial número uno.
El tono cordial de la reunión de hoy se hace eco del que de dejó el altercado del lunes entre Xi y el presidente estadounidense Joe Biden, en el que acordaron reiniciar las comunicaciones estancadas desde la polémica cita a Taiwán en verano de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
En este sentido, Xi dijo hoy en un discurso pronunciado en Bangkok que “la región Asia-Pacífico no es el patio trasero de nadie y no debe convertirse en un marco para la competencia entre las grandes potencias”.
China-Japón
En el altercado hablaron de Taiwán, Corea del Ideal y el contencioso que mantienen en torno a las islas Senkaku/Diaoyu
Durante su coloquio a puerta cerrada, el primer ministro japonés expuso en presencia de su homólogo chino su contencioso en torno a las islas Senkaku, administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín (que las fogata Diaoyu). Las incursiones de navíos chinos en aguas cercanas es una de las principales fuentes de fricción diplomática entre los dos. “Acordamos acorazar la comunicación” explicó Kishida en presencia de los periodistas tras el altercado.
El japonés todavía expuso a Xi su preocupación por la creciente tensión en el severo de Taiwán y reiteró “la importancia de apoyar la paz y la estabilidad” en esa zona.
Asimismo, todavía abordaron el elevado número y ritmo de pruebas de misiles de Corea del Ideal este año, mientras continúan los rumores de que el régimen estaría vivo para realizar su séptima prueba nuclear, la primera desde 2017. “Tuvimos una conversación franca y profunda”, resumió Kishida, que valoró la cita como “un buen principio para construir una relación”.
La de este jueves fue la primera cumbre entre Japón y China desde septiembre de 2019, cuando Xi se reunió con el entonces primer ministro Shinzo Abe, asesinado a tiros en la calle este verano. Incluso supusieron las primeras conversaciones entre Kishida y Xi desde su señal telefónica de octubre del año pasado, poco luego de que Kishida asumiera el cargo.
Xi y Kishida serán dos de los principales protagonistas de la cumbre del APEC que arranca mañana viernes en la hacienda tailandesa. En el altercado no estará ni el presidente ruso, Vladímir Putin, que ya decidió no venir a las dos citas anteriores en Camboya e Indonesia, ni el presidente Biden, que regresó a EE.UU. y cuyo zona será ocupado por la vicepresidenta Kamala Harris.
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