Rafa Nadal se despidió con buen sabor de boca de las ATP Finals de Turín al derrotar a Casper Ruud (7-5 y 7-5) y cerró una temporada de grandes triunfos pese a un final un tanto agridulce. Nulo había en distracción en su duelo frente a el noruego, una vez que el mallorquín estaba eliminado y Ruud se había asegurado el primer puesto de su reunión. Y pese a ello el campeón castellano volvió a ser ejemplo con una enorme capacidad de superación para alcanzar un triunfo que llena optimismo el futuro. Nadal fue mejor frente a un Ruud que venía en ráfaga, pero que afrontará las semifinales tras un nuevo casualidad contra un top-tres mundial, frente a los que todavía no sabe lo que es percibir.
Para Nadal el partido debía servir para seguir creciendo en su distracción y mejorando sensaciones de cara al año próximo. Tras una inactividad demasiado larga, el mallorquín volvió a las pistas en un torneo que siempre le ha donado la espalda y volvió a pagarlo. Dos derrotas consecutivas, más otra en el antecedente partido, le ponían en una situación muy delicada en cuanto a su confianza. Pero Nadal siempre vuelve, y aunque lo hizo en el partido de su despedida, asimismo le servirá de estímulo para futuros torneos.
Casper Ruud y Rafael Nadal se saludan tras el partido
Los dos tenistas intentaron dominar desde el fondo de la pista pero ningún fue capaz de imponerse con claridad en el inicio. Nadal fue más consistente en lo técnico y lo psicológico que en días anteriores y logró muchos más ganadores con su derecha. No fue hasta el duodécimo distracción cuando llegó la primera rotura, que entregó en bandeja el set a Nadal. Fue la primera vez que Rudd bajó su nivel mental en todo el partido y allí estaba el mallorquín para hacérselo remunerar. El noruego cometió tres errores consecutivos y dejó escapar la primera manga (7-5).
El argumento no varió en el segundo acto. Ruud no regalaba ningún punto pero a Nadal se le veía cómodo en la pista, con seguridad para subir a la red o romper el ritmo de su rival con alguna dejada. La igualdad volvió a ser total hasta el duodécimo distracción en el que se repitió el desenlace de la primera manga. Pero esta vez fue el mallorquín el que lo buscó. No necesitó de los errores del noruego. Nadal fue a por el partido y a la segunda engaño de rotura alcanzó su objetivo.
Nadal dice adiós a la temporada como número 2 del mundo y tras conquistar cuatro títulos, entre ellos el Open de Australia y Roland Garros
Nadal dice adiós a la temporada como número 2 del mundo y tras conquistar cuatro títulos, entre ellos el Open de Australia y Roland Garros. "No ha sido mi semana perfecta pero trabajaré para estar el año que viene", dijo el mallorquín sobre su semana en Turín.
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