El AVE podría llegar en el 2026 al aeropuerto de Girona

La futura fase del tren de inscripción velocidad en el aeropuerto de Girona se ubicará cerca de la terminal, a una distancia que oscilará entre los 1,1 kilómetros y los 600 metros, en función de cuál sea finalmente la opción elegida. El Gobierno estima un potencial de espectáculo de entre 2,4 y 3 millones de pasajeros anuales para una infraestructura cumplidamente reivindicada por el demarcación y que podría ser una existencia en el 2026.

El estudio informativo encargado por el Empleo de Transportes, Movilidad y Memorándum Urbana (Mitma) baraja dos opciones posibles en el entorno del Puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes (PAET), situado en el eje del AVE, a la importancia de Vilobí d’Onyar. Se negociación de un apartadero ferroviario de unos 700 metros de largura que permite a los trenes de mercancías detener para ser superados por un tren de inscripción velocidad.







La infraestructura costaría unos 50 millones de euros y atraería al año hasta 3 millones de pasajeros

La primera propuesta consiste en ampliar de cuatro a seis vías ese PAET, de modo que las dos exteriores se utilizarían para las paradas. Una opción que dejaría el aeropuerto a una distancia aproximada de 1,1 km. La segunda posibilidad, la más próxima a la terminal, consistiría en acercar dos de las cuatro vías unos metros más al boreal a la importancia de la carretera N-156, la vía que conecta la N-II con el aeropuerto. “Aprovechando el PAET y la infraestructura existente, buscamos una opción que se integre de la mejor forma posible en el demarcación y que la parada tenga las mínimas penalizaciones sobre los usuarios, evitando, por ejemplo, un bypass ferroviario u otras opciones más complejas”, apuntó ayer el secretario universal de Infraestructuras, Xavier Flores, tras reunirse, conexo a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, con representantes de la Generalitat, la Diputación de Girona, la Cambra de Comerç de Girona y los ayuntamientos afectados para explicarles los avances del estudio informativo de la nueva fase de inscripción velocidad. Lo que todavía desliz por precisar es cómo será esa fase y el aparcamiento, y de qué forma se conectará con la terminal.

Las dos alternativas que se barajan rondarían los 50 millones de euros, en una horquilla que se situaría entre los 49,6 y 52,2 millones, en función de la alternativa elegida. En una segunda etapa, dependiendo de la demanda de trenes de la fase, se crearía una vía específica hasta el aeropuerto como lanzadera, que costaría unos 50 millones de euros más, una opción que asimismo contemplará el estudio informativo, que está en etapa de redacción. La previsión es que a finales del primer trimestre del 2023, el empleo disponga del estudio definitivo, que se aprobaría en el 2024. Entre ese año y el 2025 se prevé tener pronto el tesina constructivo que realizará Adif por encargo de Aena con el fin de que en el 2026 esa infraestructura esté inventario.

La ministra Raquel Sánchez y el secretario Xavier Flores, ayer

La ministra Raquel Sánchez y el secretario Xavier Flores, ayer




Gemma Tubert/ACN

Sobre la aprieto de esa terminal en el aeropuerto, Flores señaló que “sí tiene sentido”, ya que todos los estudios justifican su construcción. El secretario universal de Infraestructuras se refirió al Plan Director de Aena que contempla un aeropuerto con diez millones de pasajeros. En este sentido, considera que captará a muchos pasajeros, por ejemplo, viajeros del ámbito de influencia de Francia, pero asimismo a usuarios del ámbito de Barcelona y Girona. “La fase podría advertir entre 2’4 millones y tres millones de pasajeros anuales”, sostiene Flores. “Incluso con una monograma inferior, aunque fueran 500.000 los que acabaran haciendo uso de esta fase asimismo merecería la pena hacerla”, indicó.

La monograma máxima de pasaje alcanzada hasta ahora por el aeropuerto de Vilobí d’Onyar son los 5,5 millones registrados en el 2008. Desde entonces y especialmente a partir de la irrupción de la compañía de bajo coste Ryanair en el aeropuerto de El Prat, Girona empezó a perder fuelle. El 2019 se cerró con unos dos millones de pasajeros. Este año, entre los meses de enero y octubre han pasado por el aeropuerto Girona-Costa Brava un total de 1.285.353 viajeros, según los últimos datos de Aena.

La ministra de Transportes, Movilidad y Memorándum Urbana, Raquel Sánchez, se mostró convencida de que el aeropuerto gerundense “recuperará el tráfico que tenía antaño de la pandemia” e incluso lo puede asistir a exceder.

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