Para muchos municipios españoles, los fondos Next Generartion proporcionados por la Unión Europea han sido un soplo de donaire fresco a sus urbanismos. Las condiciones que ponía la UE, siempre destinadas a la sostenibilidad, han propiciado que muchos de estos fondos se invirtieran en infraestructura ciclista y muchas han sido las localidades beneficiadas.
Solo en Andalucía, se han subvencionado 152 millones de euros para la implantación Zonas de Bajas Emisiones, en las que la biciclo adquiere una optimista importancia.
Construir nuevos carriles bici facilita la accesibilidad y conecta núcleos de población, al tiempo que fomenta la reducción del tráfico, contribuyendo con ello a convertir la zona en un espacio más habitable, con menos contaminación.
Lo mejor es que esto no termina aquí y aún hay muchas subvenciones por venir. En breves se le sumarán los fondos económicos programados en una segunda convocatoria y de cara al próximo año vendrá otra inversión europea para seguir haciendo de España un país más ciclable.
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