El casco rancio de Pontevedra constituye, por su buena conservación y belleza, una de las joyas urbanas de Galicia. En las conversaciones de sus bares hay una gran cuestión dominante estos días, la de cómo se pudo producir precisamente allí, en el puente de Pedre sobre el río Lérez el penoso siniestro de la Nochebuena, en el que murieron siete de los ocho pasajeros de un autobús de sarta.
La opinión dominante consiste en que las probabilidades resultaban mayores un poco más hacia lo alto o un poco más debajo, zonas con un estado mucho peor que el de esa recta. De todos modos, la conservación militar de la N-541 deja más que desear. El corregidor de Cerdedo-Cotobade, donde se produjo la tragedia, lleva primaveras reclamando una reforma integral.
Características de la carretera
Se manejo de una vieja carretera que formaba parte del tejido complementario de la antigua Doméstico-VI, de Madrid a A Coruña, en el diseño radial de España. A diferencia de otras zonas sin complicaciones orográficas, como Castilla-Bravo, la N-VI no se desdobló para dotarla de cuatro carriles, sino que se tuvo que hacer una nueva, la A-6, Autovía del Noroeste, al igual que sucedió con la divergencia de Vigo, la Autovía de las Rías Baixas. En el caso del acercamiento a Pontevedra se mantuvo la N-541 desde cerca de Ourense, si adecuadamente sea más rápido aproximarse a Vigo y avalar el peaje del postrero tramo por la AP-9, la Autopista del Atlántico.
Al beneficio del esquema radial madrileño con el que se diseñó la red que depende del Estado, la N-541 funciona como una gran vía de comunicación de la caudal provincial pontevedresa con algunos de los municipios más importantes de su interior, como Lalín, y como conexión con Lugo. De hecho, el autobús siniestrado cubría la sarta que comunica esta última ciudad con Vigo, por Pontevedra.
Momento del izado, desde el río Lérez, del autobús que la pasada Nochebuena se accidentó en Cerdedo-Cotobade. 
“Llevamos primaveras pidiendo la restablecimiento integral de la Doméstico 541 al Gobierno central”, se queja amargamente Jorge Cubela, del Partido Popular. De todos modos, insiste, como hizo desde el primer momento del siniestro, que la zona en la que se produjo no era ni mucho menos la de más peligro, no sólo por tratarse de una recta, sino porque donde más se acumula el agua es la en principio de ese tramo sin curvas.
Mientras en el sector del transporte de viajeros por carretera, en el entorno de la empresa Monbus, la dueña del autobús siniestrado, se sigue hablando de un posible “aquaplaning”, una pérdida del control de transporte a causa de la gran cantidad de agua acumulada, tanto los vecinos de la zona como usuarios frecuentes de la carretera muestran un elevado incredulidad en presencia de esta lectura.
Técnicos del Tarea de Transportes coordinan desde primera hora de la mañana de este martes el activo desplegado en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra) para tratar de extraer el autobús accidentado. 
Todavía al corregidor no se le nota muy convencido con esta explicación, si adecuadamente señala que se está a la calma de la información que aporte la investigación de la Custodia Civil y la empresa. Otros posibles factores de los que se acento en Pontevedra son una velocidad no adecuada para las muy malas condiciones de la vía, que no sería ilegal pero sí excesiva hasta incluso de un posible despiste del conductor, de más de 60 primaveras y con gran experiencia.
“No se debería especular sobre las causas, sino esperar por el mensaje oficial sobre el siniestro”, afirman fuentes de l Gobierno central en Galicia. Sin requisa, ese enigma que señalan vecinos y usuarios combinado con el silencio de la Empresa y el hermetismo total de la empresa Monbus es lo que alimenta la especulación. Entre los políticos relacionados con el siniestro crece la incredulidad o incluso el malestar con la talante de Monbus, propiedad de Raúl López, presidente del Obradoiro de baloncesto.
Momento final del izado, desde el río Lérez, del autobús que la pasada Nochebuena se accidentó en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra) con el saldo de siete fallecidos y dos supervivientes. 
A comienzos del pasado mes de septiembre, el Diario de Pontevedra informaba de que con el aparición ce las lluvias del final del verano, “en sólo siete días se han producido en la N-541 a su paso por Cerdedo-Cotobade tres accidentes”, si adecuadamente eran leves. Entonces el corregidor aprovechó para insistir en protestar las obras, para lo que había intentado en 2020 formar un frente con los otros municipios por los que discurre la vía.
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