La comunicación es la sucesivo: el orden granadino Lagartija Nick, tres primaveras luego de su susodicho y fascinante disco, Los cielos cabizbajos, publica hoy viernes su nuevo y esperado elepé, El perro andaluz (Montgrí) , en el que el orden liderado por Antonio Arias rescata la obra poética poco conocida del cineasta Luis Buñuel.
A Arias le van los retos. El músico, voz visible de la citada facción y coautor del mítico disco Omega (1996) con Enrique Morente, recreaba hace un año la aventura espacial de un tripulante del Apollo 15 en Hola Tierra/Hello Earth. Se le pudo ver por estas latitudes hace un mes en el ciclo Rock & Palmas, en donde Lagartija Nick visibilizó la parte más flamenca de su repertorio. El 24 de marzo del año que viene presentarán su flamante elepé en La 2 del Apolo.
¿Cómo surge el esquema?
En el 2017, cuando nos proponen poner música a las imágenes de Luis Buñuel [por parte del Festival Abycine de Albacete] yo ya sabía por las memorias de Luis Buñuel, Mi posterior suspiro, que él no era muy partidario de la música en sus canciones. En sus ultimas películas solo hay esbozos musicales, extraños, pero lo que pensé es que igual Buñuel tenía poesía escrita. Y en Internet vi que así era, y pensé que con esto ya teníamos una entidad lo suficientemente válido como para acercarnos a sus imágenes. Porque teniendo su poesía que incide en las mismas obsesiones que sus películas ya hay un paralelismo y un diálogo entre lo que se canta y lo que se ve, independientemente de las imágenes en sí.
Pionero
'Buñuel fue surrealista antaño que Lorca, y que hubiera uno de Zaragoza en París en contacto y en dialogo con muchedumbre como André Breton y muchos más es muy interesante'
¿Con qué criterio ha electo su poemario para musicarlo?
En un principio te acercas por el impacto que tiene su poesía en ti, y ves como juegas con las palabras, pero luego te das cuenta de que cada verso suyo es como un guion de cine, y en ese momento ya empiezas a elaborar otra relación con ese poemario, en donde lo visual aparece en tu mente mas que la potencia de su escritura. Su poesía, en cualquier caso, es de arte pollo y muy rompedor, porque él es surrealista antaño que Lorca. De otra forma y de otra forma, y teniendo en cuenta que la conversión de Lorca es más a través de Dalí que de otra cosa, pero insisto en que lo fue antaño que él. Y eso fue un hecho muy importante como hombre de su tiempo y de su espacio: que hubiera uno de Zaragoza allí en París en contacto y en dialogo con muchedumbre como André Breton y muchos más es muy interesante.
¿En qué parte de su obra escrita se centran?
Nuestra selección poética alpargata entre mediados-finales de los 20 y 1934, que es cuando hace una especie de gira-performance con André Breton. Al acotarlo así, nos lo ponemos un poco más casquivana porque nos centramos en la época de Un perro andaluz, de su momento de oro, la surrealista.
Transporte visual
'Es poeta en un sentido profundo porque donde encontró la distrito en la escritura, la superó fácilmente con el cine'
Si en 2017 ya visibilizaron la dimensión poética de Buñuel, y ahora publican el elepé ¿cómo valoraría a Buñuel como poeta?
Yo creo que es poeta en un sentido profundo porque donde encontró la distrito en la escritura, la superó fácilmente con el cine; y lo que hace es trasladar sus poemas al cine. Esa idea de cine-poema es lo que le une con otros artistas de su tiempo. Y adicionalmente esas limitaciones en la escritura no las tiene, porque viendo sus guiones tienen incluso esa fuerza poética. Él encontró en el cine su forma de escribir su poesía.
En los poemas elegidos para El perro andaluz, ¿hay algún enlace global interno?
Sí, existe esa evocación del sinsentido, pero creo que cuando abrimos su poesía y entra en nuestra mente siempre intentamos darle sentido. Quiero asegurar, que la recibo del poema es diferente para cada persona, porque si poco está efectivamente escrito con la afición de no tener sentido cada sentido que aparezca en cada uno es único, diferente y utópico a los demás. Obviamente está eclipsado por su carrera cinematográfica pero no es un arte pequeño en él, en total. Y fíjate con quien estaba, con los mejores escritores de su momento, comenzando por Dalí, que es el que tenía mejor dominio del jerga. O Lorca, con una forma de manejar el jerga increíble y Buñuel en medio. Era increíble que fuera mala su poesía aunque solo fuera por el hecho de estar entre esos dos.
Por la correspondencia que les ha suministrado Laura García Lorca, "fue Buñuel el que durante mucho tiempo recriminó a Lorca su frialdad y no al revés"
¿Cómo fue la relación entre Buñuel y Lorca?
Se ha especulado mucho con la relación entre ellos, de los celos que había entre los tres, Dalí incluido. Pero gracias a este trabajo, Laura García Lorca nos pasó toda la correspondencia que tenía a mano entre Buñuel y Lorca, y allí podemos ver que fue Buñuel el que durante mucho tiempo recriminó a Lorca su frialdad y no al revés, y esa relación la mantuvieron hasta el final de sus días. Y creo esa fue una de las maneras de unir Buñuel a Lorca en el disco: de hecho en una de las canciones, Pájaro de angustia, aparece la guitarra flamenca como traslación de Lorca. Los dos eran un orden muy rompedor, una especie de Sex Pistols de los primaveras 20 porque todo lo hacían con pasión, con ruptura, la relación entre ellos de acercamiento y alejamiento. Luego estaba un personaje como Dalí, que los destroza, que los maneja a su antojo pero que al mismo tiempo tiene una privación emocional tremenda de ellos.
Otra imagen promocional del cuarteto 
¿Cómo decide vestir musicalmente los poemas elegidos?
Cuando vas a hacer un elepé sabes que vas a tener que asistir a mucha más muchedumbre. Cuando tienes más material, y te enteras de cosas como, por ejemplo, que en algunas de las entrevistas que Max Aub le hace a Buñuel te enteras de que éste es muy apasionado del jazz, citando la canción Limehouse blues, que es una de las mas influyentes de nuestro elepé.
Pero ¿cómo se plantea acercarse a esa materia prima?
Nos acercamos con una atrevimiento musical un poco más allá de la estructura angustioso del rock, pero con proporcionado atrevimiento. Aun así creíamos que el personaje Luis Buñuel no estaba lo suficientemente reflejado tal y como lo hacíamos sonar. Así que el guitarrista de Lagartija, Juan Codorniu, sugirió que lo mezclasen y produjesen David Soler y Marcel Bagès [colaboradores en proyectos como el de Maria Arnal], y fue una gran idea, porque al unir esa fuerza ellos lo han abordado con una atrevimiento infinita. Y nos ha nacido una obra que es conceptual pero a la vez muy diversa al ocurrir por distintas manos. Me encanta lo que han hecho.
Música resultante
"Lo que suena en el elepé sería poco que podríamos delimitar como rock celuloide"
¿Estilísticamente como definiría el disco resultante?
Es rock, está hecho desde esa perspectiva de compartir y de que la muchedumbre lo admita..., sería poco que podríamos delimitar como rock celuloide.
¿Llevarla al directo es complicado?
Lo complicado ha sido adaptarnos a las mezclas de David y Marcel, porque ellos lo cambiaron todo. Ha sido muy divertido porque tú estas trabajando durante primaveras sobre unas músicas, se las pasas a ellos dos que te las destrozan y luego tu tienes que destrozarlo con ellos. Pero no ha sido enrevesado. Ahora ya las tenemos reestructuradas para llevarlas al directo. Y cuando lo presentas en vivo es como si Buñuel hiciese de huésped primoroso del espectáculo, invitando a lo demás, a Lorca, a Val del Omar y incluso poco de mi hermano Jesús [el poeta, músico y periodista Jesús Arias fallecido en 2015] para que no sea poco excesivamente sesudo sobre Buñuel.
En el Palacio Casa de campo Alegre de Mingrana el pasado julio
Palacio Quinta Alegre en Granada 14.07.22" class="lazy"/>
¿Y cómo cree que les ha nacido?
Es un espectáculo que está vivo, lo que ocurre es actual y los fragmentos que se proyectan de Orson Welles, Chaplin o Buster Keaton son reales incluso. De alguna forma estamos creando un espectáculos de arte vivo, una performance efectivamente. Y esa amplitud de criterio nos permite meter alguna canción de Omega, de Lorca, de Val del Omar. Y es curiosa la sensación porque para el publico desparecemos al principio del espectáculo porque su ojeada se va a la pantalla. Nosotros somos el cine ambulante.
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