“El independentismo, como tesina político, va contra los tiempos”, ha experto Pedro Sánchez en su comparecencia de vaivén de fin de año en la Moncloa, luego de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, demandara cascar durante el próximo curso la negociación para pactar la celebración de un referéndum de autodeterminación en Catalunya. “Podrán pedir lo que quieran, pero desde luego no se va a producir”, ha asegurado el presidente del Gobierno en presencia de la demanda de Esquerra.
Sánchez ha insistido en que “el procés ha terminado”. Pero que no solo lo piensa él, sino que así lo ha obligado hasta Jordi Sánchez, ex secretario caudillo de Junts y ex presidente de la ANC hasta el 2017, cuando se rompió el Govern de coalición con ERC. Y en cuanto al referéndum de autodeterminación en el que ahora vuelven a poner el foco los republicanos, el caudillo del Ejecutor central ha señalado que se comercio de “debates del pasado”.
“En la Constitución española, como en ninguna otra constitución del mundo, no se reconoce el derecho a la independencia de un determinado condado. No junto a en la Constitución española ni en ninguna otra constitución”, ha reiterado Sánchez.
El líder del PSOE ha subrayado las “diferencias y las distancias tan abismales” entre cómo está afrontando él mismo la resolución del conflicto político en Catalunya y la respuesta que en su día ofreció el Ejecutor de Mariano Rajoy. “Este es un conflicto que no se generó ayer, llevamos más de una decenio, ni lo vamos a resolver de un día para otro”, ha alegado Sánchez. Pero tras sobrevenir prohijado una serie de decisiones “arriesgadas” para la desjudicialización del conflicto –los indultos a los líderes del procés, la derogación del delito de sedición y la reforma de los tipos penales de la malversación-, ha resaltado que mientras en Catalunya se celebró un referéndum ilegal y se proclamó una testimonio independiente de independencia bajo el mandato del ex presidente del PP, ahora “la Constitución se cumple en Catalunya”.
Sánchez ha esgrimido la respuesta de la Unión Europea frente a la pandemia del coronavirus o la conflagración en Ucrania, “cerca de una longevo integración de la soberanía”. “El independentismo, como tesina político, es un tesina que va contra los tiempos. Los tiempos, cerca de donde avanzan, cerca de donde van las sociedades contemporáneas del siglo XXI, no es compartimentar la soberanía, sino a compartir la soberanía”, ha argumentado.
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