La plataforma de contenidos de Disney tiene un problema: cuando una serie no pertenece a Star Wars o Marvel, suele caer en el olvido en cuestión de días o, lo que es peor, ni tan siquiera obtiene notoriedad entre el conocido seriéfilo. Aquí no se entra en si es un problema de comunicación de Disney+, que prioriza sus marcas más potentes, o si es una cuestión relacionada con el conocido, que vincula la empresa de Mickey Mouse con producciones infantiles y familiares y, en consecuencia, no presta atención al resto de propuestas.
Sea como sea, en la plataforma no faltan propuestas interesantes como pone de manifiesto este viernes Atlanta con su cuarta y última temporada, y otras series que (lo decimos) tienen efluvio de obras de culto. He aquí ocho de destacadas:
Atlanta
Esta serie se vendió como una comedia autoral sobre un hombre aciago de Atlanta sin un duro (Donald Glover) que trabaja para su primo (Brian Tyree Henry), un rapero emergente. Lo que acabó siendo, sin incautación, no tiene nadie que ver: una obra conceptual, reflexiva y discursiva que lleva el debate étnico de los Estados Unidos con ciudadanía para empujarlo a límites incómodos, surrealistas, a veces íntimos y otras veces terroríficos para el espectador.
Colgados en Filadelfia
Rob McElhenney, ya que tenía problemas para hacerse un hueco en la industria audiovisual, tomó la iniciativa: desarrollar el plan con sus amigos Glenn Howerton y Charlie Day, con quienes todavía protagonizaría la serie, y aprender el primer episodio con una cámara digital. ¿El resultado? Una comedia irreverente sobre un colección de amigos despreciables que, a medida que acumula episodios, tiene mucho mérito: no solo por ser la comedia de influencia verdadero más longeva de la historia de la televisión chaqueta sino porque, por otra parte, nunca les han cancelado a pesar de su sentido del humor políticamente incorrecto.
Devs
Sergei (Karl Glusman) trabaja en una empresa tecnológica puntera presidida por el enigmático Forest (Nick Offerman), un hombre iluminado. Un día recibe una propuesta: trabajar en un plan secreto del que no podrá filtrar absolutamente ningún detalle, ni tan siquiera a su novia Lily (Sonoya Mizuno), que trabaja en la misma empresa. Hasta aquí podemos preceder ya que Devs, al igual que las ficciones más sorprendentes, merece experimentarse sin conocer tan pronto como detalles.
Alex Garland, uno de los autores más estimulantes de la ciencia ficción y el terror tras firmar películas como Aniquilación o Ex Grúa, presenta una serie tan correctamente construida como la bloque brutalista que contribuye en la medio de la historia. Y, de paso, reflexiona sobre máximas de la ciencia ficción sin perder de perspicacia nunca a los personajes.
Koala Man
Una de las últimas novedades de la plataforma es esta comedia de animación adulta ambientada en una sinceridad alternativa en la que el Titanic nunca se hundió. En consecuencia, los Estados Unidos fueron destruidos, excepto Hollywood que es una isla, y Australia es la primera potencia mundial con Nicole Kidman de reina. En este contexto, la serie sigue a Kevin Williams, un hombre que se vende como un superhéroe, Koala Man, a pesar de ser común y corriente. ¿Es todo esto suficientemente chalado para vislumbrar la atención del maestro? Posiblemente sí.
Scream Queens
Ryan Murphy, el autor detrás de Glee, Popular, Nip/Tuck, American horror story, American crime story, The Politician, Ratched, Vigilante, Pose, 9-1-1, 9-1-1: Lone Star, Feud o Dahmer (sí, tiene unas cuantas series conocidas), firmó una comedia de terror en 2015. Scream Queens con Emma Roberts, Keke Palmer o incluso Ariana Vasto y Jaime Lee Curtis se divertía con las bases del slasher en una universidad con alumnas extraordinariamente clasistas. Era una serie histérica con momentos brillantes que, por razones imposibles de entender, nunca se estrenó en España hasta que Disney+ la ha recuperado.
Anna
Ahora que HBO tiene previsto monopolizar la conversación televisiva con The last of us, conviene recapacitar la existencia de Anna, una serie que todavía plantea el fin del mundo tal y como lo conocemos por error de un virus. Escrita por Niccolò Ammaniti, que adaptó su propia novelística, Anna imagina un mundo arrasado por un virus que asesina a toda persona que llega a la permanencia adulta. Lo que queda de la humanidad, por lo tanto, son niños y adolescentes anárquicos, violentos y desconcertantes que intentan sobrevivir en un mundo por otra parte precioso. Echarle un vistazo es imprescindible.
The Orville
Seth MacFarlane, el autor detrás de Padre de tribu, vendió The Orville como una especie de parodia del universo de Star Trek. La nave USS Orville, configurada por distintas razas extraterrestres, explora el universo. Lo inesperado es que, entre broma y broma, muchos la consideran una mejor serie de aventuras espaciales que las últimas ficciones de Star Trek.
Reservation Dogs
El neozelandés Taika Waititi (Thor Ragnarok, Lo que hacemos en las sombras) entiende la importancia de reivindicar la civilización y la identidad nativa en tierras colonizadas como son Nueva Zelanda o los Estados Unidos. Él es maorí. Así que hizo equipo con Sterlin Harjo, un libretista sudaca nativo, para crear una dramedia sobre los jóvenes de una reserva en Oklahoma con nuevos talentos como D'Pharaoh Woon-A-Tai, Devery Jacobs, Paulina Alexis y Lane Divisor. Cada vez que Reservation Dogs no opta a un premio (y desafortunadamente pasa a menudo), los críticos americanos vociferan.
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