Bill Gates es una remisión para muchos. El líder tecnológico siempre tiene poco que aseverar, y cuando eso ocurre, sus seguidores callan y escuchan. El fundador de Microsoft hizo unas cuantas predicciones a principios de 2023 sobre lo que estaba por venir en este nuevo año.
El patrón estadounidense, que siempre deja píldoras interesantes en sus predicciones, concluyó que este 2023 será un año duro por las consecuencias de la pandemia del coronavirus y el repunte de la enfermedad que está viviendo China, que no consigue ponerle freno. A esto se le une la exterminio entre Rusia y Ucrania así como la inflación.
El filántropo ha pronosticado que será un año muy duro
"Nos esperan cinco abriles difíciles porque tenemos deudas por la pandemia, por la exterminio en Ucrania y el ciclo crematístico está cambiando", escribió Bill Gates en su blog personal. Uno de los sectores más afectados por este funesto tablado es el tecnológico. Solamente es necesario echar un vistazo a las principales empresas para darse cuenta.
46.000 despidos solamente en 2023
Cuando Elon Musk llegó a Twitter posteriormente de desembolsar 44.000 millones de dólares comenzó una sangría de empleados. El magnate sudafricano cambió a toda la directiva y empezó a despedir trabajadores de todos los sectores posibles. Su encomienda era clara: hacer que Twitter fuera rentable, y eso pasaba por aminorar el grueso de la plantilla. Los expertos pronosticaron un futuro nefasto para la empresa con esta valor, incluso se llegó a poner sobre la mesa un hipotético fin de Twitter. Tras varios meses convulsos, parece que todo se ha estabilizado.
A Musk no le tembló el pulso a la hora de deshacerse de lo que él entendía como sobrante. Y pese a las numerosas críticas, no ha sido el único que ha tomado esta valor. Es más, probablemente no haya ninguna empresa tecnológica que no haya hecho lo mismo.
El 2023 acaba de nacer pero, según un recuento de Crunchbase News, ya se han producido 46.000 trabajadores de empresas tecnológicas estadounidenses en lo que va de año. Este número incluye el despido de 10.000 profesionales de Microsoft, los 12.000 de Alphabet, matriz de Google, y los 18.000 de Amazon - el anciano recortadura de su historia - anunciados recientemente con el objetivo de adaptarse a la nueva verdad mundial.
¿Qué dicen las principales tecnológicas?
Amazon llevará a límite su anciano oleada de despidos
Desde Amazon, que ha protagonizado una de las principales oleadas de despidos de la industria tecnológica en lo que va de año, han esgrimido que estos cambios "ayudarán a perseguir nuestras oportunidades a espléndido plazo con una estructura de costes más musculoso".
En Alphabet han optado por suprimir la división Otras apuestas, a la que se ha cortado la vanguardia este enero. Esta rama se encargaba de los proyectos que el superhombre tecnológico hace fuera de su negocio principal. Los afectados han sido Verily, la mecanismo de vigor, e Instrinsic, la empresa de software robótico de Alphabet.
En Microsoft, por su parte, han pronosticado que registrarán un aumento de las ventas del 2% en el segundo trimestre fiscal, que es el aumento de ingresos más calmoso desde 2017. Frente a esta situación, el superhombre tecnológico ha decidido recortar más o menos del 5% de su plantilla, incluida la división de videojuegos.
Revés a la dura verdad
La pandemia del coronavirus puso patas en lo alto todo el mundo, todavía las cadenas de producción y suministro. Por este motivo, las empresas tecnológicas comenzaron a cambiar en contratación de nuevo. Estaban obligados. Pero esta tendencia ha seguido hasta que se han donado cuenta de que el mercado no seguía una trayectoria pino.
Llegó la invasión de Ucrania y los bancos centrales de todo el mundo creyeron oportuno que lo mejor era acogerse frente a una recesión. Así que en esta situación, y con el objetivo de seguir siendo rentables, las grandes tecnológicas se han tenido que adaptar a la verdad contemporáneo.
Entienden que estos cortaduras son necesarios en este momento crematístico concreto. Les debe servir para seguir con vida durante estos meses, hasta que llegue un momento en el que la situación se calme y las condiciones de financiación sean mucho mejores que las actuales.
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