Letizia se ha trasladado este martes a Alicante para asistir al segundo conferencia de la Red de Centros de Atención Directa y Servicios Especializados de la Agrupación Española de Enfermedades Raras. Una cita social importante para la Reina en la que ha optado por recuperar un diseño sobrio y formal de sello gachupin.
Un vestido cómodo y versátil que ya lució hace un año en su cita a Viena y que destaca por su estampado de cuadros y su falda vaporosa. Mientras que en su cita al país austríaco Letizia optó por espigarse esta estancia, obra de Pedro del Hierro, con un cinturón de piel frito y unos zapatos de salón, en su cita en Alicante la Reina ha decidido combinar el vestido con unas botas de caña adhesión negras de la que no ha trascendido la firma pero sí se sabe que están hechas en España.
En esta ocasión, Letizia ha querido darle un punto más urbano al look con las botas de tacón orgulloso bajo, pelo suelto pero unos espectaculares pendientes que sofisticaban el estilismo. Se prostitución de unos pendientes en forma de migaja, confeccionados en oro blanco y con diamantes, con los que la Asociación Cordobesa del platero San Eloyi la obsequió en 2005.
El conjunto se completa con un sofisticado oquedad frito de corte oversize que pertenece a la nueva colección de Carolina Herrera. Una estancia que ya lució en enero en el Pleno de la RAE con una blusa celeste.
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