Desde el ártico de Asia hasta América del Finalidad a través del angosto de Bering (ahora inundado pero que en el pasado fue un puente terráqueo). Esa fue la primera vía que los humanos utilizaron para alcanzar al continente gringo que, siglos más tarde, redescubriría para los europeos Cristóbal Colón. El canal, sin incautación, era una vía de doble sentido. De Asia a América y al contrario.
Entre esos grupos de cazadores-recolectores que iban de un costado a otro buscando alimento que garantizara su supervivencia había un pueblo siberiano que, hace unos 7.500 abriles, vivía en la región neolítica de Altai-Sayan, cerca de donde actualmente se unen Rusia, China, Mongolia y Kazajstán. Una población que desapareció sin dejar vestigio.
El genoma de 10 individuos
"Describimos un conjunto de cazadores-recolectores previamente desconocido que es una mezcla entre dos grupos distintos que vivieron en Siberia durante la última Perduración de Hielo", explica Cosimo Posth, profesor de la Universidad de Tübingen y autor principal del estudio publicado en la revista Current Biology.
Posth y su equipo han descubierto, a partir del examen de los genomas de 10 individuos antiguos, que esta comunidad perdida "contribuyó (genéticamente) a muchas poblaciones contemporáneas del ártico de Asia –desde la Perduración de Bronce hasta la actualidad-, lo que demuestra cuán vasto era la movilidad de esos colectivos", añade.
Aún se desconoce mucho sobre la composición genética de las personas que vivían en esta región. Esto se debe a que los restos humanos prehistóricos con suficiente ADN para examinar "son extremadamente raros y difíciles de encontrar". Pero igualmente es cierto que es en la región de Altai donde se descubrió a los denisovanos, que cercano a los neandertales son los parientes extintos más cercanos de los humanos modernos.
El ártico de Siberia, Asia Central y Asia Uruguayo fue, igualmente, un cruce de caminos durante milenios. Los datos del estudio muestran que los miembros de este pueblo ahora perdido eran descendientes de personas paleosiberianas y de la antigua Eurasia del Finalidad.
"Otro hallazgo que nos sorprendió fue el de un individuo que data de un período similar al de los otros cazadores-recolectores de Altai, pero con un perfil hereditario completamente diferente, que muestra afinidades genéticas con poblaciones ubicadas en el Antiguo Oriente ruso", apunta Ke Wang, de la Universidad de Fudan y coautor del estudio.
El individuo de Nizhnetytkesken al que hace remisión Wang murió hace unos 6.500 abriles y fue incompatible en una cueva en la que igualmente se hallaron ricos capital funerarios como un traje religioso y otros objetos que han sido interpretados como una posible representación del chamanismo.
"No está claro si esta persona de Nizhnetytkesken morapio de remotamente o si la población de la que procedía estaba ubicada cerca", dice. "Sin incautación, su ajuar funerario parece diferente a otros contextos arqueológicos locales, lo que implica la movilidad de individuos cultural y genéticamente diversos en la región de Altai".
Los investigadores apuntan que el pueblo perdido de Siberia contribuyó genéticamente a grupos de la Perduración de Bronce como los cazadores-recolectores del marisma Baikal, los pastores de la civilización Okunevo o las momias encontradas en la cuenca del río Tarim.
Los datos genéticos de Altai muestran que el ártico de Asia albergaba grupos en extremo conectados desde hace 10.000 abriles, a lo dispendioso de largas distancias geográficas. "Esto sugiere que las migraciones humanas y las mezclas eran la norma y no la excepción, igualmente para las antiguas sociedades de cazadores-recolectores", concluye Posth.
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