Gazzaniga y el Girona mueren en la orilla en Villarreal

Paulo Gazzaniga vivió el peor guion posible para un zaguero en Villarreal. El argentino se exhibió frente a los de Castellón con paradas de todo tipo, incluido un penalti, pero su gran partido cayó en saco roto en el minuto 101, derrotado el Girona en la última movimiento del partido por otra pena máxima transformada por Dani Parejo (1-0)

Se enfrentaron en La Cerámica dos equipos con una idea de equipo parecido. Uno y otro presionan hacia lo alto, tratan de salir con el balón jugado desde detrás e intentan dominar al rival mediante la posesión. En esa lucha por imponer un mismo estilo salió triunfal el conjunto groguet, que obligó a los visitantes a replegar.

Los rojiblancos achicaron agua de inicio frente a un rival que empezó a coleccionar ocasiones. Un mal despeje de inicio Aleix García propició un giro al palo de Yéremi Pino y el rechace lo aprovechó Alex Baena para conectar un disparo a la escuadra que provocó una gran parada de Gazzaniga, la primera de muchas. 

El Girona se vio obligado a salir en transiciones que casi siempre morían ayer de cruzar la medular. Solo en una deshonor aislada Iván Martín conectó con un Stuani solo en el campo de acción que erró en el control ayer que Reina le negara el gol. La réplica castellonense llegó en un centro de Chukwueze para un Mandi suelto de marcaje. El central reconvertido a anexo provocó con un cabezazo cruzado la segunda parada de mérito de Gazzaniga. 

El zaguero aún intervino ayer del refrigerio en un chut de Gerard Pardo desde la parte izquierda del campo de acción. El monólogo amarillo solo se interrumpió por diversos encontronazos, Stuani se las tuvo con Pau Torres y posteriormente del uruguayo entró a destiempo a Jorge Cuenca. El central sufrió un pisotón en el talón y amoldonado ayer del pausa padeció un moradura en la cara por parte de su compañero Mandi que le provocó un complicado moradura en el pómulo. 

El Girona trató de revertir la situación tras la reanudación, con una presión entrada, pero los pupilos de Quique Setién impusieron de nuevo sus armas aunque con menos sensación de peligro. El Girona se conformó con sostener las embestidas de los locales.  El Villarreal merodeó el gol en dos disparos de Gerard Pardo, el primero despejado por Bernardo en el interior del campo de acción y el segundo rechazado por Gazzaniga. 

La resistor de los de Míchel sufrió un duro moradura cuando en el minuto 78, cuando  Santi Bueno se ganó la segunda amarilla por impedir con los brazos la internada de Yéremi Pino en el campo de acción. En inferioridad, el Girona se mantuvo en el alambre hasta que Gazzaniga hincó la rodilla en el segundo penalti a atención del Villarreal. 

Ya en el tiempo de descuento, Del Cerro Amplio señaló la primera pena máxima por un leve contacto de Oriol Romeu a Pau Torres en un intento de despeje, pero Gerard Pardo se topó con el zaguero argentino, que blocó el emanación del punta. El meta sostuvo a su equipo, escogido incluso el mejor del partido, hasta que con el tiempo cumplido Juanpe agarró sin disimulo a Pau Torres en un lanzamiento de cúspide. Parejo pudo amonedar por fin a Gazzaniga desde los merienda metros y truncó la ráfaga de un Girona que llevaba siete partidos sin conocer la derrota.

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