La guerra entre PP y Vox en Madrid ya es oficial

Isabel Díaz Ayuso le ha cerrado la puerta en las coraje a Vox tras sus insistentes ofertas para reiniciar unas negociaciones que permitieran al PP aprobar, aunque con retraso, unos presupuestos específicos para 2023. La presidenta de la Comunidad de Madrid prefiere encarar el año electoral con 2.705 millones de euros menos para políticas regionales pero sin ataduras antiguamente de restañar esas cuentas con un socio poco fiable como los populares han constatado en Castilla y Bravo a cuenta del pérdida.

"Ahora mismo no queda tiempo porque la reunión está agotada", ha admitido Ayuso quien, no obstante, insiste en no cargar con las culpas y ha vuelto a culpar a Vox del "tremendo error" que supuso que los ultranacionalistas se alinearan con el conjunto de la competición para tumbar la tramitación parlamentaria de sus cuentas.

Así se ha pronunciado, preguntada por los periodistas en un acto en la Vivo Casa de Correos, sobre el postrero ofrecimiento que ha realizado en las últimas horas la portavoz Vox, Rocío Monasterio, para tomarse "un café" y convenir sacar delante las cuentas.

"No ha presentado una sola mejora a los presupuestos de la Comunidad de Madrid en cuatro abriles y probablemente por eso no sepa cómo son los tiempos. Ya no da tiempo porque la reunión tan pronto como tiene meses por delante", ha zanjado la incluso presidenta del PP de Madrid, quien ya carga sin disimulo contra el partido al que, hasta hace semanas, calificaba como "socio de coalición".







La pleito de PP y Vox en Madrid ya es oficial

La puesta de Ayuso es clara y pasa por obtener una amplia mayoría que le permita presidir en solitario tras los comicios de mayo. Y en su carrera de fondo por diferenciarse de Vox, la dirigente popular no está escatimando en ataques directos y descalificaciones. 

Así lo ha hecho este jueves, afeando la escasa capacidad parlamentaria y la inmadurez de los ultranacionalistas en Madrid. Y así lo hizo la pasada semana al ensalzar la "irresponsabilidad" del vicepresidente de la Grupo de Castilla y Bravo con sus declaraciones acerca del pérdida en la región.

Las hostilidades iniciadas entre Ayuso y Monasterio se suman a las que llevan meses manteniendo en el Cabildo el corregidor de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el portavoz municipal de Vox, Javier Ortega Smith. 

La complicidad que todos ellos mostraron en 2019 para contrapesar cualquier coalición de los partidos de izquierda ha ido desapareciendo en los últimos meses de forma que el PP se ha quedado sin socios -más allá de Ciudadanos, inmerso en su propia crisis- tanto en la Cámara de Vallecas como en el hemiciclo de Cibeles. Y tanto los unos como los otros necesitan marcar un perfil propio que atraiga a los votantes 

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