Las cifras de inmigración irregular con las que España ha cerrado 2022 confirman el pronunciado descenso que han experimentado las estadísticas desde que se pusiese fin a la crisis diplomática con Marruecos. El pasado año comenzó con las llegadas de migrantes –en exclusivo, a través de la ruta canaria- creciendo más de un 70% respecto a 2021. Unos datos que tenían todas las alarmas encendidas. En abril, a posteriori de que Madrid y Rabat firmasen su reconciliación con una nueva de hoja de ruta en la que se ponía acento en el control de los flujos migratorios, las llegadas de migrantes comenzaron a descender de forma muy relevante. Según el postrero recuento del Profesión del Interior, hecho sabido hoy, en 2022 llegaron a España 31,219 migrantes, un 25,6% menos que el año preparatorio. La guarismo más desaparecido desde hace cuatro primaveras.
La inmigración irregular en 2022 estuvo marcada por el importante descenso en las vías marítimas, sobre todo a las Islas Canarias. Pese a picos muy puntuales en la aparición de pateras, como el que se vivió a mediados de agosto en Lanzarote mientras allí veraneaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, las llegadas a las costas canarias descendieron un 29,7% con respecto a 2021. El pasado año arribaron 350 embarcaciones a las diferentes islas, a diferencia de las 542 que lo hicieron en el año preparatorio. Casi 200 pateras menos.
Todos los focos estaban puestos en esta ruta, la que provoca más muertos a nivel europeo. Los inmigrantes parten de la inmensidad kilométrica de costa marroquí, por lo que la colaboración entre España y Marruecos juega un papel fundamental para tratar de aprestar que las mafias arrojen pateras al mar. No fueron pocas las que alertaron de que Marruecos estaba usó la inmigración como herramienta político para presionar a España. Fuentes policiales aseguran que desde que se materializó el deshielo la presión de gendarmes en las costas marroquíes se intensificó de forma muy considerable. Y estos datos confirman la colaboración. Interior calcula que actualmente se están previniendo un 40% de las panorama en origen gracias al trabajo conjunto.
Numerosas voces alertaron tras la reconciliación con Rabat que Argelia, podría tomar represalias en materia de inmigración irregular. Es desde este país, al igual que desde el Septentrión de Marruecos, desde donde salen los migrantes que pretenden alcanzar la península o Baleares. Los datos publicados por el tarea que dirige Fernando Holgado-Marlaska no confirman esos augurios. Las llegadas de inmigrantes a la península o Baleares han descendido asimismo un 24,7%, casi 4.000 personas menos que en 2021. En cuanto a embarcaciones, un 14% menos. En concreto, los argelinos que llegaron a España el pasado año no fueron más de 8.000 mientras que en 2021 lo hicieron 11.000.
Elena Garzón, directora caudillo de Relaciones Internacionales y Extranjería del Profesión del Interior, explica a La Vanguardia que la secreto del descenso –que convierte la ruta en torno a España en la única de la Unión Europea a la baja- es la cooperación con los países de origen y de tránsito focalizada en tres ámbitos: el político, el activo y el financiero, poniendo todo el acento en la prevención en las panorama. Garzón detalla que en los últimos primaveras se ha ampliado la red de equipos conjuntos y las asociaciones operativas para aunar esfuerzos en la lucha contra las mafias y el control de las fronteras.
En octubre, el Consejo de Ministros aprobó una concesión de ayuda a Marruecos por valía de 30 millones de euros tratar de detener a las organizaciones criminales. Fue la cuarta ayuda directa de este tipo concedida a Rabat desde que Pedro Sánchez llegó a Moncloa. Adicionalmente de países como Senegal, Mauritania o Argelia, Garzón señala que Marruecos es socio prioritario de España en materia de inmigración, pero como asimismo lo es con respecto en otros asuntos secreto como la lucha antiterrorista.
Las llegadas por vía terrenal han aumentado, pero los datos absolutos no hacen alterar el descenso caudillo, ya que no llegaron de forma irregular más de 500 inmigrantes más que el año preparatorio a través de Ceuta y Melilla: 2.210 frente a 1,738. En este caso, el drama se materializó en el brinco masivo a la valla de Melilla en junio que acabó con, al menos, 23 migrantes muertos tras una avalancha en el paso fronterizo.
El control de los flujos migratorios será uno de los temas que estará sobre la mesa en la Reunión de Stop Nivel (RAN) que España y Marruecos tienen previsto celebrar entre finales de este mes y principio de febrero. Este altercado al más parada nivel en el que participan entreambos presidentes del gobierno acompañados de diferentes ministros no se celebra desde 2015. La última que pretendió celebrarse fue en 2020 pero fue aplazada por la pandemia de coronavirus; en 2021 las relaciones entre los países vecinos vivían momentos de tensión tras la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. En la próxima reunión el objetivo es avanzar en la hoja de ruta que se acordó en marzo a posteriori de que el Gobierno castellano expresase –en un vuelta total de postura- que la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental era la “saco más seria, verosímil y realista” para la resolución del conflicto.
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