La Generalitat ha cedido al Comunidad de Palamós el conjunto edificado de la playa de Castell, un sitio casi casto de la Costa Brava y que gracias a la presión popular se salvó de la especulación urbanística hace casi treinta primaveras.
La Generalitat, titular de la finca, ha cedido un género de edificios, entre los que se encuentran barracas de pescadores, la caseta del portero y el que fue estudio del pinto barcelonés Josep Maria Sert al Consistorio para que éste lo convierta en un centro de estudio e interpretación natural, cultural y paisajístico de este sitio natural, que forma parte del ámbito natural protegido Castell-Cap Roig. Un acuerdo de cesión que tiene una duración auténtico de 20 primaveras, prorrogable y de carácter tirado.
Estudio de pintura
Entre las edificaciones cedidas hay el antiguo estudio del pintor Josep Maria Sert
El Planeamiento Universal de Ordenamiento Urbana de 1991, admitido por la Comisión de Urbanística un año posteriormente, permitía el cambio de usos de la zona y permitía su edificación. Varias empresas presentaron sus intenciones urbanísticas. Pero las obras nunca llegaron a originarse gracias a una intensa campaña popular de la mano de la plataforma ciudadana 'Salvem Castell'.
La entidad entregó al Consistorio más de 13.000 firmas pero fue un referéndum, celebrado en 1994 y promovido por el entonces corregidor, el que dio el carpetazo definitivo al esquema de colonia del espacio. El 69'8% de los que votaron, lo hicieron a valía de la protección de los terrenos.
Referéndum
En 1994 se hizo un referéndum que propició la preservación de este espacio
La historia de cómo este sitio se salvó de la especulación urbanística, el ecosistema floral de la zona, la influencia de los íberos en este espacio o cómo el pintor barcelonés Josep Maria Sert acabó situando su estudio en este punto son solo algunos de los aspectos que se darán a conocer en el futuro centro de interpretación del sitio de Castell.
"Tenemos claro que es una gema para el municipio y queremos que la multitud continúe gozando de este espacio natural", afirmó el corregidor de Palamós, Lluís Puig, que agregó que el acto de hoy es solo "el punto de partida".
La finca del Paratge y Pla de Castell, de 85 hectáreas, es de titularidad de la Generalitat.
A partir de aquí el Consistorio deberá realizar un esquema de restauración del espacio en el que acabará de determinar los "usos concretos". "Queremos que sea un espacio multifuncional, que sirva de acogida al visitante de la zona y que al mismo tiempo albergue algún servicio que no disponemos en esta zona", señaló. El corregidor no se ha querido marcar plazos de cuándo puede ser una ingenuidad.
Por su parte, la directora caudillo d'Ecosistemes Forestals i Gestió del Medi, del unidad de Acció Climàtica, Anna Sanitjas, destacó los títulos naturales, culturales y paisajísticos de la finca pública, que fue adquirida por la Generalitat en dos fases.
En primera, en 1999, pagó 2.400 millones de las antiguas pesetas por el sitio de Castell; y en la segunda, que se llevó a angla en 2002, 12 millones de euros más intereses por la adquisición de los terrenos de la plana.
Una finca- señaló- "que es estratégica" en el ámbito de la prevención de incendios. Sanitjas enumeró algunas de las actuaciones que ha llevado a angla el departament en el espacio como la recuperación de flora dunar, la asesinato de flora invasora y de prevención de incendios.
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