Sébastien Ogier (Toyota Yaris) reescribió la historia de los rallies al establecer un nuevo récord de victorias en el mítico Montecarlo, la prueba que abre tradicionalmente el Mundial de rallies WRC. El francés logró su 9.º triunfo en las gélidas carreteras monegascas, este año sin cocaína, y supera a su compatriota Sébastien Loeb (8).
De principio a fin
Ogier, que abrió la prueba adjudicándose las cinco primeras especiales seguidas, se impuso por 18 segundos a su compañero Kalle Rovanperä
"¡Es enorme! El Montecarlo es el rally que hizo manar mi sueño. Ha sido un fin de semana consumado, el coche ha estado inexistente. Felicidades a todo el equipo Toyota Gazoo Racing, empezando otra vez la temporada en todo lo detención", comentaba Ogier, que por segundo año consecutivo no disputará todo el campeonato, sino pruebas seleccionadas, por lo que difícilmente podrá aspirar al título, el noveno, que lo igualaría a Loeb.
El dominio de Ogier en el Montecarlo ha sido incondicional, desde el manifestación, en el que ya fue el más rápido en las cinco primeras especiales de forma consecutiva y abría un boquete de 32 segundos sobre Thierry Neuville (Hyundai i20). De modo que cerraba el viernes con 36 segundos sobre Kalle Rovanperä y 37,9 sobre el belga.
En la marcha del sábado, Rovanperä, el válido campeón, pasó al ataque, ganó tres de los seis tramos del día y logró recortar 20 de los 36 segundos de desventaja con Ogier, que mantuvo la calma administrando su cómoda renta. De modo que en las cuatro últimas especiales de hoy, el francés ganó dos y volvió a ampliar la delantera sobre el finlandés, de 16 a 18,8 segundos.
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