La policía italiana ha detenido a tres hombres sospechosos de acaecer sido los traficantes de personas al cargo del pesquero de madera que había partido de Esmirna hace cuatro días y que ayer, cuando estaba a punto de alcanzar el playa de las costas calabresas, se partió en dos. Esta mañana se han recuperado otros cuatro cuerpos, por lo que las víctimas ascienden a 63 personas, pero sigue habiendo decenas de desaparecidos ya que se calcula que en el velero viajaban unas 170 personas. Unos ochenta han sobrevivido, pero oportuno a las malas condiciones meteorológicas, las unidades de rescate tienen muy pocas esperanzas de observar a más náufragos con vida.
Entre los muertos expulsados por el mar hay varios niños, entre ellos un bebé recién nacido y dos broches de pocos primaveras de antigüedad. Se prostitución de uno de los peores naufragios de los últimos primaveras. Esta mañana, la playa de Steccato di Cutro, a 30 kilómetros de la ciudad de Crotona, amanecía con los restos del barco, de 20 metros, por otra parte de las pertenencias de los migrantes, incluyendo un elástica rosa de una pupila, mochilas, juguetes y algunos chalecos guindola.
“Estamos siguiendo una mujer afgana de 21 primaveras que ha pasado a su marido sucumbir, no logró salvarlo con ella. Se acababan de casar. En estos casos entra igualmente el sentido de desliz. ¿Por qué yo sí y él no?”, ha explicado a La Repubblica Lavinia Tuccimei, psicóloga de la Cruz Roja que está asistiendo a los supervivientes. Todos han perdido algún normal. Un afgano, que abandonó el país por la persecución de las talibanes, ha perdido a su entera grupo, su mujer y tres de sus hijos.
Según Médicos Sin Fronteras (MSF), gran parte de las víctimas son de país afgana, pero igualmente iraquíes o paquistaníes. La ruta de Turquía a Italia es desconocida, pero sin retención ha sido consistente en los últimos primaveras por personas que quieren evitar quedarse encallados en los campos de migrantes griegos. En el 2022, las llegadas desde Turquía representaron aproximadamente del 15% del total de las llegadas por mar a Italia, la mayoría de ellos migrantes huyendo de Afganistán. “Habían ya llegado migrantes, pero nunca había habido una tragedia de estas dimensiones”, lamentó el corregidor de Cutro, Antonio Ceraso.
Las autoridades italianas ya conocían la existencia de esta embarcación desde ayer, cuando fueron alertadas por un helicóptero de una patrulla de la agencia Frontex, y lo más probable es que un gracia de rumbo hubiese desviado la embarcación hasta este punto. “No sabemos exactamente qué ha pasadom es difícil erguir el dedo, pero para evitar que estas cosas pasen hace errata un mecanismo de búsqueda proactivo, tanto en esta ruta que ha crecido en los últimos primaveras como en el Mediterráneo Central adjunto a Libia. Si hubiese más medios seguramente se reducirían muchísimo estas tragedias”, ha dicho en rueda de prensa el jerarca de encomienda de MSF, Juan Matías Gil.
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