Educación adelantará el curso la primera semana de septiembre con clases por la mañana y por la tarde

Las tardes de septiembre de ocio educativo, ideadas para superar el curso escolar, han generado un coste en tiempo y parné que no se justifica con la escasa respuesta que dieron las familias y que, al contrario, puede ocurrir repercutido en ampliar la inequidad a la que se quería perseguir.

Así, Educació ha informado hoy que cuatro de cada diez alumnos de escuela pueril y primaria de la escuela pública hicieron uso de los servicios de “ocio educativo” en septiembre mientras que lo utilizaron prácticamente todo el alumnado de la escuela concertada En concreto, la primera semana, fue del 40% de estudiantes de la pública y 90% de la concertada; las tres siguientes, el 45% y el 94%, respectivamente.







Admite que las tardes de ocio de septiembre tuvo un “stop coste” y no contribuyeron al objetivo de la equidad

Esta billete “coincide con el uso de comedor”, ha deducido a la traza de estos datos la secretaria de Educación, Patricia Gomà, que ha admitido que la medida había tenido un “gran coste de energía” para los servicios territoriales y para los centros educativos en la búsqueda de contratación de monitores. Igualmente un coste crematístico: 9,4 millones de euros de los 11,6 millones que el Departament de Peculio aceptó rasgar como partida extraordinaria a este finalidad posteriormente de que se anunciara el avance del curso con tardes libres en septiembre sin pensar en medidas conciliatorias.

Se da la circunstancia que la escuela concertada ya prolonga su etapa lectiva una hora más que la pública (la denominada sexta hora) por lo que los niños de estas escuelas fueron al centro 6 horas al día en septiembre, frente a los de la pública que fueron 4 horas. En total, 40 horas más. A las escuelas concertadas se les compensó el coste extra de monitores de las tardes de septiembre vía subvención que “ahora tienen que acreditar proporcionadamente”, ha reclacado Gomà esta mañana en un combate con la prensa.







Educació admite que las tardes de ocio de septiembre tuvo un “stop coste” y no contribuyeron al objetivo de la equidad

Para la responsable de Educació la medida no ha ayudado a potenciar la universalidad, puesto que al no ser obligatoria, ha fallado la billete de familias a las que se quería beneficiar. Y, adicionalmente, el ocio no tiene la calidad de un choque pedagógico.

Estas son algunas de las conclusiones, adicionalmente, de un estudio cualitativo que el Departament de Educació ha encargado para valorar el funcionamiento de las tardes de septiembre y que concluye que aportan más si los niños reciben clases que si están en el patio.

Este estudio ha sido presentado hoy a la comunidad educativa (familias, sindicatos, direcciones de centros) y al Consell Escolar. “Nosotros no somos dogmáticos, si la comunidad educativa acaba concluyendo que es mejor que las clases sean por la mañana y por la tarde, lo asumiremos”, ha manifestado la secretaria que dejó claro que lo que no está en cuestión es retornar a principiar el curso posteriormente de la Diada. No ha definido si las etapas de pueril, primaria y ESO empezarían el lunes 4 u otro día de esa semana (los postobligatorios empezarán más tarde).

De hecho este es uno de los aspectos que tiene que deliberar a partir de ahora el Consell Escolar y hacer una propuesta el 2 de marzo (a modo de consulta, no vinculante). Educació asimismo escuchará a sindicatos y direcciones de centro.

El adelanto del curso escolar repercute en las jornadas lectivas para los alumnos y supone un desajuste en el horario sindical de los profesores. Por ley, el curso puede prolongarse en una horquilla entre 175 y 178 días lectivos. 

Normalmente los cursos escolares están en la costado quebranto (este curso son 176 días lectivos), pero podría aplicarse hasta 178 lo que permite a la dependencia, ya de entrada, dilatar dos días más el próximo curso. 

Otro petición posible para cuadrar el adelanto escolar son las ocio (este año se han ampliado las de Navidad) y los días de fugado disposición.

Respecto al horario sindical de los profesores, asimismo traumatizado legalmente, la secretaria Gomà considera que principiar a principios de septiembre no supone ningún cambio sindical. por una parte, el 1 de septiembre ya están trabajando y julio “no es un mes de ocio sino sindical”, que normalmente se utiliza para acoger formaciones pero que puede servir asimismo para preparar el curso, en función de la deposición del centro.

Para ello, Educació adelantó los nombramientos de la plantilla al mes de junio de modo que las direcciones puedan planificar el curso con los docentes. La secretaria de transformación educativa, Núria Mora, ha dicho, por su parte, que la preparación de las aulas se realiza cada vez más con los alumnos, una vez empezado el curso. La formación, por otro costado no obligatoria, se realiza a lo abundante del curso con la preeminencia adicional que ha comportado las formaciones online.

Asimismo, ambas secretarias han recordado la nueva dotación de profesorado, 3.566 profesores, para resumir las horas de clases de los profesores y, por consiguiente, aumenta las que deben enfrascarse a estructura y otros temas.

“Nos gustaría conciliar con los sindicatos un cambio, ya que estaban de acuerdo con el fondo de la cuestión –superar el curso– y discrepaban en la forma – no diálogo–. Ahora ofrecemos diálogo, pues sentémonos y hablemos de cómo vamos a superar el curso en las mejores condiciones”, ha indicado la responsable de Educación. “Ahora proporcionadamente –ha continuado– no estamos condicionados a adoptar su resolución”, recordó que estas consultas no son vinculantes.

Destinar las tardes de septiembre al ocio educativo fue una intrepidez precipitada por el compromiso del president Pere Aragonès y del conseller de educació, Josep Gonzàlez-Cambray de superar el curso escolar 2022-2023 como una medida de “equidad, feminista, y de conciliación para las familias”.

El Consell Escolar advirtió entonces las dificultades económicas y organizativas del adelanto escolar. Educació se comprometió a posteriori del anuncio del presidente a cubrir las tardes de septiembre con monitores de ocio. Para ello, pidió una partida extraordinaria a la conselleria de Economia, entonces, en manos de Jaume Girò, y obtuvo una partida extraordinaria de 11,6 millones para organizar estas tardes.

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