Siempre es importante venir rápido al médico, sea cual sea el dolor o malestar. David Whitford (49), fue a la clínica por un simple malestar y le cambió la vida para siempre.
El hombre sentía unos zumbidos en el oreja desde hace un tiempo y decidió ir en rebusca de ayuda profesional cuando empezó a tener dificultades para ayudar el inmovilidad, encima del malestar estomacal conveniente a la picadura de un insecto.
Fue recetado con algunas pastillas con la esperanza de que los síntomas desaparecieran, pero todo empeoró. Whitford se vio obligado a ir de nuevo al hospital pasados unos días porque los dolores se agravaron.
En ese momento, fue examinado de guisa más profunda. Los estudios terminaron de arrojar el desalentador diagnosis: tenía una gran masa en el cerebro que debía ser extirpada.
Rápidamente fue operado, pero el paso por el quirófano no fue todo lo productivo que se esperaba y el tumor siguió creciendo, hasta alcanzar un estadio terminal en el que ahora se encuentra Whitford.
Delirio a Estados Unidos
Tras la operación, David intentó retornar su rutina; pero tuvo que dejar su trabajo como chofer de autobús, ya que era ficticio aguantar una vida corriente. Actualmente Withford abrió una página para agrupar fondos y así poder someterse al tratamiento en Estados Unidos que le permita prolongar su vida.
“El 4 de marzo es mi próxima exploración para ver si el tumor cerebral todavía está en pausa o ha vuelto a crecer. Los mantendré informados y gracias por todo”, escribió el britano en sus redes sociales con ganas de poder realizar el tratamiento que le dé la tranquilidad que merece.
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