La secretaria de Hacienda de la Generalitat de Catalunya, Marta Espasa, alertó este viernes que parte de los tributos cedidos por el Estado a las comunidades autónomas como el de patrimonio y el de sucesiones y donaciones “tienen una reglamento muy antigua y desfasada” que genera en muchos casos “un aumento de la litigiosidad e inseguridad jurídica”. La responsable de Hacienda del departament de Economia de la Generalitat, que dirige Natàlia Mas, recordó que el impuesto sobre el patrimonio data de 1991 y el de sucesiones, de 1987.
La secretaria de Hacienda hizo estas declaraciones durante la inauguración del seminario “Anàlisi i perspectives sobre el model de finançament autonòmic: una visió jurídica”, organizado por el Intitut d’Estudis del Autogovern, que dirige Joan Ridao. Las críticas de la Generalitat a la estructura justo de esos dos tributos (patrimonio y sucesiones y donaciones) llegan adaptado cuando se mantiene rajado el debate sobre la idoneidad de los dos impuestos, especialmente el de patrimonio, que casi no existe ya en ningún país de la Unión Europea. La patronal Foment del Treball ha iniciado una campaña para disminuir la presión fiscal especialmente en esos dos tributos.
Espasa se mostró muy crítica con un maniquí que debería haberse reformado en el 2014. La secretaria de Hacienda explicó que una parte muy importante de la deuda que arrastra la Generalitat es por la infrafinanciación y recordó que la número puede ser similar a la que ha calculado el IVIE para Valencia. En ese caso, el 75% de la deuda proviene de la víctima financiación autonómica.
Además insistió en que el maniquí flagrante no respeta el principio de ordinalidad. “Catalunya en el 2020 es la segunda comunidad que más recauda y aporta al Estado y acabamos siendo la decena comunidad en euros por autóctono en ingresos recibidos”, dijo. “Se rompe el principio esencial de ordinalidad”, añadió.
Finanzas públicas
Economia destaca que la veterano parte de la deuda catalana es por la infrafinanciación
En la primera mesa redonda de la mañana, Francisco Ademe, de la Universidad de Sevilla, criticó que se mantenga el maniquí de financiación del País Vasco y de Navarra. Opinó que debería trabajarse con destino a una armonización.
Espasa cree que la reforma del maniquí debe ser estructural para evitar hacer más apaños que perpetúan los errores actuales
Publicar un comentario