Preservar el agua del planeta, una prioridad universal

Sin agua no hay vida. Es un medio ambiente fundamental para la sostenibilidad del planeta y para nuestra supervivencia, pero su consumo desenfrenado durante primaveras nos ha obligado a repensar una nueva forma de administrar el agua para asegurar el suministro para todos.

Para memorar que el agua es un caudal natural que hay que preservar, la ONU celebra cada 22 de marzo el Día Mundial del Agua, una oportunidad para reflexionar, despabilarse nuevas soluciones a los desafíos y, sobre todo, acelerarlas. Porque a día de hoy, estamos muy allá de conseguir el número 6 de los Objetivos de Mejora Sostenible (ODS): la promesa de que todos tendrían agua y saneamiento gestionados de forma segura para 2030.

Según Naciones Unidas, los últimos datos muestran que los gobiernos deben trabajar un promedio de cuatro veces más rápido para cumplir con el ODS 6 a tiempo, porque aún 2.100 millones de personas no tienen paso a agua potable, aproximadamente 4.500 millones carecen de servicios de saneamiento salubres y la escasez de agua afecta al 40% de los habitantes del planeta. Por otra parte, el 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua y el 80% de las aguas residuales vuelven a los ecosistemas sin sobrevenir sido tratadas o reutilizadas, según datos de la ONU.







2.100 M de personas no tienen paso a agua potable y la escasez afecta al 40% de los habitantes del planeta, según NNUU

Y desde hace unos primaveras, a estas cifras se añaden las de la sequía persistente. Ya en agosto del año pasado, el portavoz de la Comisión Europea, Johannes Bahrke, aseguraba que “la contemporáneo sequía parece ser la peor desde hace al menos 500 primaveras”. Y sigue sin venir lo suficiente. La reserva hídrica española estaba al 51,2% de su capacidad el pasado 14 de marzo y el mes de febrero fue el noveno mes de febrero más seco desde 1961, según el Ocupación para la Transición Ecológica. La situación en Catalunya no está mejor, ya que las reservas de agua en los embalses estaban el 14 de marzo al 27%.







Nueva memorándum internacional

Coincidiendo con el Día Mundial del Agua se celebra en Nueva York la Conferencia de Naciones Unidas sobre el agua y se esperan nuevos e importantes compromisos por parte de los países con respecto al uso del agua y su saneamiento. “La conferencia será una oportunidad única para despabilarse soluciones a la crisis contemporáneo del agua y el saneamiento”, aseguran desde la ONU. Y serán estos compromisos los que formen la convocatoria Dietario de Hecho del Agua. Para impulsarlos, ya se creó el Decenio Internacional para la Hecho. Agua para el Mejora Sostenible, 2018-2028, porque “el paso al agua potable y el saneamiento es imprescindible para la vida y un derecho humano agradecido”, recuerda la ONU.







CIRCULARIDAD

La industria utiliza el 22% del agua, contra el 8% de la que se destina al consumo personal, y el 70% de la agricultura, indican los datos de la ONU. Reciclar y regenerar toda esta agua es una de las prioridades más importantes, encima de ahorrarla. Para que no se pierda ni una menudencia, se envite cada vez más por la regeneración y la reutilización, lo que significa tratar el agua depurada de nuevo para devolverla a los ríos y acuíferos, para suministrarla a la industria o a las ciudades -para el riego de parques y jardines o para la fregado de las calles-, y para la agricultura. 

La circularidad y, en este caso, la regeneración, nos hacen menos dependientes de las condiciones climáticas y nos permiten preservar el estado ecológico de ríos y acuíferos, para proteger los ecosistemas y la biodiversidad. Es una de las estrategias de compañías como Agbar y su proceder en los acuíferos del delta del río Llobregat, muy degradados por el consumo humano y los fines industriales. Para revertir esta situación, se construyeron una serie de pozos para inyectar agua regenerada procedente de la depuradora del Baix Llobregat.







La circularidad y la regeneración nos permiten preservar el estado ecológico de ríos y acuíferos

De hecho, según el Govern de Catalunya, en 2050 el agua de las lluvias se reducirá en un 18% y para cubrir ese dita hídrico, el uso de aguas regeneradas casi se triplicará en dos décadas y pasará de los actuales 56 hectómetros cúbicos a 130. Las nuevas tecnologías han permitido, encima, la conversión de las plantas depuradoras en ecofactorías, donde el agua se regenera y los residuos se convierten en fortuna para producir energías renovables.







PRODUCCIÓN ALIMENTARIA

La agricultura de regadío representa el 20 % del total de la superficie cultivada y aporta el 40 % de la producción total de alimentos en todo el mundo, según el Sotabanco Mundial. Por otra parte, es el doble de productiva que la agricultura de secadal. Según las proyecciones de los expertos, si en 2050 la población del planeta supera los 10.000 millones de habitantes, la producción agrícola deberá aumentar un 70%. Eso no será posible si no utilizamos el agua de otra modo. El agua regenerada vuelve a ser la secreto. 

Un equipo de la universidad Rey Juan Carlos participa en un esquema de investigación europeo para desarrollar sistemas de tratamiento de aguas residuales para el riego. Se alcahuetería de la iniciativa AWARE, que pretende construir el primer sistema de producción de peces y vegetales en Europa utilizando agua regenerada mediante un método de acuaponía, una técnica que combina la cría de animales acuáticos con el cultivo de plantas en agua sin escazes de suelo. Otro ejemplo es el sistema de reutilización de agua de la depuradora de Cerro Beaza, en Cartagena, enfocado al 100% a uso agrícola y que produce más de 412.000 toneladas anuales de hortalizas. 







AWARE pretende construir el primer sistema de producción de peces y vegetales en Europa utilizando agua regenerada 

Y es que el año pasado, la cosecha de unto de oliva fue la segunda peor del siglo contemporáneo. Según la Congregación de Andalucía, la producción oleícola cayó a la fracción, lo que amenazó al suministro a los mercados y al precio del unto. Una situación que se reproduce en todo el planeta, ya que los científicos del clima de la ONU afirman que el cambio climático ha escaso la producción de alimentos y estiman que los cultivos agrícolas en el Mediterráneo podrían descender un 17% en 2050.







GESTIÓN DEL AGUA

Una cuarta parte del agua suministrada a la red para consumo doméstico se pierde por el camino, según el INE. Las nuevas tecnologías permiten el hucha de agua y una diligencia mucho más inteligente. Existen sensores que detectan fugas, por ejemplo, y gracias a los algoritmos podemos memorizar cuándo se prevé más demanda. Es lo que se apasionamiento ‘Smart water’, uno de los seis componentes que definen una ciudad inteligente, un concepto que ya aplican muchas urbes. 







'Smart Water' es un sensor que detecta fugas gracias a los algoritmos podemos memorizar cuándo se prevé más demanda

Desde iAgua recuerdan que entre estas nuevas tecnologías estarían los robots que recorren las redes para controlar y reparar errores, los botones digitales que permiten representar la verdad, realizar simulaciones y anticipar posibles problemas. Pero la secreto para esta diligencia inteligente son los datos conectados. Gracias a ellos se pueden identificar anomalías en los patrones de consumo tanto para los servicios públicos como para los usuarios finales, recuerdan desde la Fundación Aquae, que aseguran que “mejorar la eficiencia operativa a través de datos procesables reducirá las emisiones de gases de impacto invernadero y reducirá los costos simultáneamente”.







EMISIONES Y AGUA

El cambio climático tiene un esforzado impacto en el agua del planeta. El aumento de temperaturas provoca sequías, pero todavía fenómenos naturales como inundaciones, el aumento del nivel del agua de mares y océanos, y afectaciones en la flora y la fauna de acuíferos o ríos. Desde Naciones Unidas advierten de que, en el postrero decenio, más del 90% de los grandes desastres naturales se produjeron a causa de inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros fenómenos meteorológicos. Y se prevé que su frecuencia e intensidad aumenten conveniente al calentamiento integral. 

Para mitigar estos bienes adversos, los expertos apuntan a soluciones basadas en la naturaleza, que emplean o imitan procesos naturales para aumentar la disponibilidad del agua, como la conservación y la recuperación de humedales, la reforestación de bosques o la conservación de llanuras aluviales naturales de los cursos de agua. Estas soluciones tienen un coste relativamente bajo y ofrecen muchas ventajas, sin retención, la diligencia de los fortuna hídricos sigue estando dominada por infraestructuras artificiales tradicionales mucho menos eficientes.







URBANISMO RESPONSABLE

Desde el urbanística y la cimentación se están realizando muchas propuestas para que las ciudades puedan acumular el agua de la tempestad, por ejemplo, o para evitar grandes avenidas de agua cuando hay una tormenta. Los sistemas de alcantarillado tradicionales desaprovechan las aguas pluviales urbanas y pueden verter aguas contaminadas al medioambiente. 

Las nuevas técnicas de planificación urbana, como los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), se utilizan para rediseñar el paisaje urbano imitando a la naturaleza en la reproducción del ciclo hidrológico. Se integran en el paisaje urbano y pueden estar en las aceras, los parques o en los tejados, por ejemplo, con cubiertas verdes que, encima, regulan la temperatura de las viviendas. 







Los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible  se utilizan para rediseñar el paisaje urbano imitando a la naturaleza en la reproducción del ciclo hidrológico

Otros ejemplos son las cunetas verdes, depresiones con manto vegetal, largas y poco profundas que separan las zonas peatonales de la calzada. Igualmente están los pavimentos permeables que, a primera panorama, son similares a los tradicionales pero que permiten achicar la desagüe del agua en caso de tempestad o tormenta.

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