La política migratoria se le hace patraña a Joe Biden. Los poderes legal y asamblea parecen acaecer formado una pinza contra sus planes de editar una amplia reforma en la materia y suavizar las duras medidas impuestas por Donald Trump para rebotar a simpapeles y solicitantes de hospicio. La descuido de avances del presidente, atribuida asimismo a su tardanza y descuido de impulso suficiente para dar el vuelta en esta materia, tiene ya su reflexiva en una caída en el apoyo de la comunidad hispana.
El extremo revolcón se lo llevó el mandatario estadounidense el lunes cuando un enjuiciador federal de Luisiana anunció el incomunicación –por ahora provisional– de su intento de abolir el llamado Título 42, que permite expulsar por razones sanitarias a los migrantes que cruzan la frontera. La medida, mantenida por Biden durante año y medio entre fuertes críticas, permitió la expulsión de 1.040.695 migrantes a lo derrochador del 2021.
Un enjuiciador bloquea el sedición del Título 42, que permite las devoluciones en caliente al amparo de la pandemia
La aplicación por el Gobierno contemporáneo de esa disposición aprobada por Trump en marzo del 2020, a raíz de la pandemia, provocó dos dimisiones en otoño pasado: primero la del el enviado específico de Washington para Haití, Daniel Foote, frente a las imágenes de malos tratos y expulsión a las bravas de los miles de haitianos que se concentraron bajo un puente en Del Río, Texas, y posteriormente la del asesor del Área de Estado Harold Koh, quien tildó de “ilegal, inhumana y no digna” la aplicación del Título 42.
Ahora que el Ejecutante acababa de anunciar la desactivación de la medida en razón del fin de la inquietud pandémica, un enjuiciador federal nominado por Trump, el magistrado Robert Summerhays, avanzaba el lunes su propósito de rodear la orden que iba a poner fin a dicho Título a partir del 23 de mayo. Descuido por determinar “los términos específicos” y la duración del incomunicación legal.
La audacia de zanjar con lo que en la praxis suelen ser devoluciones en caliente, aunque sea bajo amparo de las cautelas por pandemia, además ha cubo puesto a críticas de dirigentes y candidatos demócratas de estados afectados por la migración procedente de México, como Arizona o Cellisca. La secretaria de Estado de Arizona y favorita para la nominación demócrata a gobernadora, Katie Hobbs, pidió a Biden que detenga su “precipitada audacia”. Porque, dijo, “erigir el Título 42 sin un plan claro para fijar nuestra frontera sería un desastre”.
El presidente sí revirtió otra de las restricciones migratorias de Trump al poco de durar al despacho oval: la medida conocida como “Quédate en México” y oficialmente convocatoria Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), que obligaba a los solicitantes de hospicio a esperar en México mientras EE.UU. tramitaba los procedimientos de sus peticiones.
Los estados republicanos de Texas y Misuri recurrieron frente a los tribunales para rescatar la medida en cuanto Biden la anuló, y el enjuiciador Matthew Kacsmaryk, nominado por Trump, les dio la razón para que volviera a entrar en vigor en agosto pasado. Luego, en diciembre, un tribunal de apelaciones confirmó el restablecimiento.
El Tribunal Supremo escuchó este martes los argumentos de la Sucursal para revertir el Quédate en México , que desde que entró en vigor en el 2019 hasta que Biden la suspendió en el 2021 obligó a 68.000 demandantes de hospicio a permanecer en ese país a la retraso de resolución de sus solicitudes.
La mayoría conservadora del Supremo mostró su apoyo al decisión del tribunal inferior que obligó a reanudar el software 'Quédate en México' de Trump.
La mayoría conservadora del Suspensión Tribunal, con seis miembros frente a tres considerados progresistas, cuestionó los planteamientos del Gobierno y mostró cierto apoyo al decisión del tribunal que obligó a reanudar el software de Trump. La audacia del Supremo no se retraso sin incautación hasta verano.
Los baches judiciales en el camino de la política migratoria de Biden se suman al estancamiento de la reforma de calado que en este ámbito prometió y planteó como prioridad al tomar posesión. El tesina abre la vía a la consecución de la ciudadanía a unos 11 millones de inmigrantes en situación irregular. Pero el rechazo delantero de los Republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado mantienen encallada la reforma.
Los índices de apoyo de la comunidad hispana a Biden bordean el 30%: los más bajos en lo que lleva de mandato
El lunes, un peña de congresistas hispanos y demócratas entregaron al presidente una nómina de decretos que en parte suplirían la nueva ley migratoria, con atención específico a la expansión del software de Bono Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que hoy beneficia a más de 600.000 inmigrantes. Puede ser una salida, al menos parcial.
Mientras, los índices de aprobación de Biden entre los hispanos bordean el 30%: las tasas más bajas desde el principio del mandato. No parece casualidad.
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