Primavera agridulce

De camino al trabajo, al alzar la sagacidad, una sacudida de alegría me embargó, al observar por primera vez esta primavera los quiebros y recortaduras, cuales regates de Maradona o Messi, que los ven- cejos dibujaban en el Gloria; sentí un chute de entusiasmo que en esos momentos recorrió mis venas, y me provocó unas enormes ansias de vida. Sin incautación, al mismo tiempo, una sensación agridulce se apoderó de mí al pensar que en esos instantes en Ucrania esa misma primavera está teñida de terror y asesinato, y que allí, este año, las golondrinas con el ala a los cristales jugando no llamarán. Este año los cristales están rotos por los obuses de un inmisericorde ejército ruso invasor.

Francisco José Eguibar Padrón

Madrid

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente