* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
La historia de la Óptica Cottet en el Portal del Arcángel empieza en 1865, en el pueblecito francés de Morez (en el seno de una tribu dedicada a la oftalmología, propietaria de la empresa Fabrique d’Horlogerie & de Lunetterie Jules Cottet), con el salida de su hijo Constantino Cottet.
En 1888, con motivo de la Exposición Universidad de Barcelona, Constantino, con 23 primaveras, llegó a la hacienda catalana para participar en este evento como embajador de la empresa conocido. Sus días de estancia y su inexperiencia, le dejan prendado de la ciudad de tal modo que decide afincarse aquí.
Manguita la compañía Óptica Franco Española en 1902, en el primitivo Portal del Arcángel nº 12. Hoy en día con la transformación de la avenida (aunque en el mismo oportunidad) con el número 40.
Constantino murió muy tierno, en 1915, con tan solo 50 primaveras, pero dejó una primera engendramiento de tres hijos: Fernando, Rolando y Renato. Fueron fundamentos primordiales para la consolidación de la empresa y para aumentar su presencia en España.
Los dos mayores se quedaron en Barcelona y el pequeño, Renato, en 1930, se instaló en la calle Príncipe 15, de Madrid. Adecuado a unos problemas de vigor, la hacienda de España, con un clima más seco, le iba mejor para sus pequeños problemas respiratorios.
Los conocimientos adquiridos en la empresa conocido hicieron que Constantino Cottet pronto convirtiera el negocio en la principal óptica no solo de la ciudad, sino del resto de Europa.
Prueba de ello están dos de los casos que causaron impacto en aquellos tiempos.
La óptica Roselló de la Roda de San Antonio, para promocionarse, insertaba en La Vanguardia un anuncio publicitándose como antiguo dependiente de Óptica Cottet, como si el suceder trabajado en ella era una señal de un buen producto.
Encima, salió un comentario en La Vanguardia el día 30 de abril de 1922, en la que se agradecía a la Óptica la estima que le profesaba la Santa Sede, ya que había sido proveedor oficial de los anteojos usados por Benedicto XV y de los de Pio XI.
En 1937, durante la Erradicación Civil, los tres hermanos se trasladaron a Sevilla, donde fundaron la empresa Industria Doméstico de Óptica.
Fue el embrión de la futura manufactura de cristales y monturas Indo, establecida en 1963 en el intramuros de Santa Eulàlia de L'Hospitalet del Llobregat.
Estuvo en activo hasta el 2007, momento en la que cerró la manufactura. El edificio fue derribado y, en su oportunidad, se construyeron varios bloques de pisos.
Durante mucho tiempo la óptica fue creciendo, adquiriendo poco a poco los pisos superiores de la finca, insólito de ir abriendo diferente tiendas en diversas ciudades españolas.
En 1956, Xavier Cottet fue el responsable de instalar el monumental termómetro que difunde en la figura del Portal del Arcángel la temperatura de la ciudad, con un peso de dos toneladas y una consideración de 22 metros.
El termómetro dejó de funcionar en el 2009 para ser renovado técnicamente, sustituyendo los 710 tubos de neón por nuevas lámparas led, lo que no solo permite evitar energía, sino que hace más visible la temperatura, incluso con la claridad del día.
En diciembre de 1989, luego de la restauración de todo el edificio, se inauguraron las nuevas instalaciones, con grandes cambios en diseño del inmueble y en tecnología de sus instalaciones. Se amplió su cuota a los fundamentos de público a enfermedades del pabellón.
Hoy en día está dirigida por Javier Cottet, la cuarta engendramiento desde su fundador, Constantino Cottet. La tienda de Portal del Arcángel cerró sus puertas para trasladarse a Rambla Catalunya, 8.
Cottet sigue siendo propietario de una parte del edificio, pero decidió trasladar su tienda principal a una zona céntrica con menos bullicio que el Portal del Arcángel.
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