Sara Carbonero planta cara al mes que marcó su vida: "Mayo, ya no dueles"

Sara Carbonero ha comenzado este mes plantándole cara a mayo. Un mes fatídico para la periodista, pues es el mes que marcó para siempre su vida. Tras ser operada de un tumor en el pecho en octubre de 2018, Sara Carbonero conocía el 21 de mayo de 2019 que los especialistas le habían detectado un tumor maligno en el ovario, teniendo que ser operada de emergencia y seguir un tratamiento posterior. Una notificación a la que se sumaba el infarto de miocardio que sufrió poco antaño el padre de sus hijos, Iker Casillas.

La periodista nunca ha querido profundizar en sus problemas de sanidad al tratarse de poco privado, pero sí ha querido manifestar cómo se siente y cuánto ha aprendido a apreciar la vida desde entonces. Un aniversario que la periodista vivía con incertidumbre cada año, pero que tres abriles posteriormente parece poseer superado. Así lo revela ella en su cuenta de Instagram, donde ha querido dar la bienvenida a este mes fatídico en su vida con unas preciosas palabras.

“Mayo, siempre serás el mes de las flores, el de la crisis de la primavera, el del color”, comienza la periodista, que se centra en ese esencia floral para dar vida a su poesía: “Es el del olor a rosa y lirio, el de inquirir esmeraldas. El mes de los días largos, los campos engalanados, el singladura en la cara como único peine”.

Para Sara, mayo es ahora el mes “de las ofrendas y las promesas, el que sabe a cerezas y a fresas”, asegurando que mayo será “el mes de las ferias, las verbenas, las madrugadas con amigos, los atardeceres rojos. El mes que suena a boleros y rondallas”. Un mes que ya no estará impresionado por la enfermedad y el temor, sino por la música y la alegría: “Mayo. Ya no dueles. Vamos a por ti", asegura.

La periodista da la bienvenida por todo lo alto al mes de las flores y la esperanza.

La periodista da la bienvenida por todo lo suspensión al mes de las flores y la esperanza.

Instagram/Sara Carbonero

“Serás adicionalmente, desde hace un tiempo, el mes del pellizco en el pecho y el zarandeo, sí, pero asimismo el de los nuevos comienzos, la resiliencia y la fuerza que todos llevamos internamente. El de recalcular la ruta sin miedo a perderse. El de las oportunidades, la esperanza, donde los sueños florecen”. Un mes de nuevas oportunidades, de música, de flores, de esperanza: “Siempre serás el mes del renacer y el agradecimiento”.

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