Subirats advierte que el descenso demográfico hará perder un 20% de jóvenes en los campus

El descenso demográfico de la población española llegará a la universidad en los próximos primaveras en que, según las estimaciones, se perderá un 20% de estudiantes de 18 a 25 primaveras. En total, se alcahuetería de 200.000 estudiantes menos en un periodo de 20 primaveras. Esto supone un duelo para las universidades ya que atiende, precisamente,  a esta franja de tiempo que representa al 94% de los matriculados en España. 

“Tenemos 50 universidades públicas, en 200 ciudades, con 120.000 profesores y 60.000 personal de administraciones que están centrados en este rama de tiempo y que dejan de flanco un rama importante de personas”, ha afirmado hoy el ministro de Universidades, Joan Subirats, en la presentación de la Semana de Educación Superior 2022 que se ha celebrado en el Cátedra Magna de la Universidad de Barcelona, y que culminará el jueves y viernes con la Conferencia Mundial de Educación Superior de la Unesco.

La Unión Europea ha establecido el objetivo de que en 8 primaveras el 60% de la población europea esté en procesos de formación y el promedio gachupin coetáneo es del 30%

La desprecio de matriculaciones de jóvenes se verá compensada, no obstante, por la entrada de trabajadores con carencia de mejorar sus competencias profesionales a lo amplio de la vida para los que se preparara cursos cortos, flexibles, acumulables y específicos de una formación. El formación a lo amplio de la vida va a ser un imperativo para los trabajadores y las empresas en los próximos primaveras, por la celeridad con la que van a cambiar los trabajos y la carencia de aggiornamento. "Para trabajar en cualquier empleo se va a escasear estudiar toda la vida", ha indicado el ministro.

La Unión Europea ha establecido el objetivo de que en 8 primaveras el 60% de la población europea esté en procesos de formación y el promedio gachupin coetáneo es del 30%. Por otra parte de mejorar las competencias para la ocupación, “el formación es un creador esencial de democratización porque lo que está en entretenimiento, entre otras cosas, es la calidad democrática”, ha añadido Subirats.

"En la formación permanente hay que encontrar cauces mucho más flexibles que los actuales y en los que participen instituciones públicas como las universidades"

Para el secretario de Estado de Empleo y Caudal social, Joaquín Pérez Rey, que todavía ha participado en la etapa, las universidades serán una dormitorio importante en la ley de Empleo que está preparando el Gobierno en la que la formación del trabajador (y de los desempleados) se considera un derecho para no quedarse a espaldas en los cambios y adaptarse a las cualificaciones que exige el sistema productivo. “Los trabajos están en continuo reciclaje y se requieren procesos de habilitación al duelo de las transiciones ecológica y digital”, ha explicado el secretario. 

 “El principal inconveniente es que los planes de formación no son aprovechados por la mayoría de trabajadores que están empleados en pequeñas y medianas empresas” por lo que hay que encontrar cauces de formación mucho más flexibles que los actuales en los que participen instituciones públicas como las universidades.

En este sentido, Pérez Rey ha manifestado que se trabaja para  tener la capacidad de que los servicio públicos de empleo de las comunidades autónomas y la estatal puedan calar a acuerdos con las universidades para incorporarlas al sistema de formación para el trabajo en todas sus etapas.  "Esto es un hábitat que tendrá reflexiva en la ley de Empleo y en la mesa de diálogo social", donde se va a  modificar una de las características de la formación para el empleo que incluyó el Partido Popular que ha impedido desarrollar la potencialidad de la formación continua. 

"Estamos proporcionadamente preparados para dar respuesta a este duelo", ha afirmado el presidente de los rectores

"Por eso vamos a incorporar -ha insistido- a las universidades a todo el sistema  de formación del trabajo, próximo a entidades locales y comunidades autónomas". Las nuevas actividades universitarias se verían compensadas mediante los convenios con los servicios públicos de empleo.

El presidente de la Conferencia de Rectores (Crue), Juan Romo, considera importante cambiar la forma en que hoy se transmite el conocimiento, básicamente con formaciones largas como  grados y másteres, dirigidas a los jóvenes. "Esto es muy rígido”, ha afirmado.

En este sentido destacó la disposición de los campus en dar una ofrecimiento “flexible, abierta, personalizada y actualizada” manteniendo la calidad universitaria coetáneo. Cursos de corta duración, profesionalizantes, o, proporcionadamente, con la finalidad de  aumentar la civilización. “Una formación especializada mucho más efectiva a los cambios del entorno” que Romo comparó con los MOOC (cursos masivos) que, a su proceso, ofrecen personalización y economía de tiempo. 

"Estamos proporcionadamente preparados para dar respuesta a este duelo", ha afirmado el presidente de los rectores, todavía rector de la Universidad Carlos III de Madrid. "Desde la Crue -ha añadido- ya estamos trabajando con el Servicio Conocido de Empleo Estatal (SEPE)".

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