Sin sorpresas en la primera semifinal del Festival de Eurovisión 2022. Ucrania, la favorita de las apuestas para hacerse con el micrófono de plata, se ha clasificado para final del sábado con Stefania, una canción dedicada a la superiora del rapero fundador de la lado Kalush Orchestra pero que ha recogido un significado patriótico tras la invasión rusa en el país.
Ucrania nunca se ha quedado a las puertas de la final, y siquiera podía hacerlo este año. El estadio Pala Altanero de Turín se ha rendido en un gran aplauso al final de su comportamiento.
El evento no deportivo más seguido del mundo ha arrancado este martes con la primera de las aderezos en la que se han clasificado 10 de las 17 propuestas para la gran final. “Buenas noches Europa, buenos días Australia, Ciao, Italia!”, ha comenzado Laura Pausini, la cantante italiana más internacional, presentadora del certamen conexo al cantante Mika y al showman Alessandro Cattelan.
Sin requisa, la primera opción de la Rai, organizadora del certamen, era Raffaella Carrà, la diva que luchó para que Italia regresara a Eurovisión a posteriori de 13 abriles de partida. Como no podía ser de otra forma, el Festival le ha rendido homenaje tras su asesinato el año pasado a los 78 abriles tras una larga enfermedad.
El Festival, que fue fundado para reunificar a Europa a posteriori de la Segunda Extirpación Mundial, tiene en teoría un carácter apolítico. Pero es indudable que la conflagración en Ucrania ha traumatizado profundamente esta tiraje. Solo iniciar Mika ya ha recordado el contexto tan complicado que vive el continente con el conflicto en curso. Por primera vez en 23 abriles, Rusia no participa en el certamen a posteriori de ser expulsado por la Unión Europea de Radiodifusión (UER).
Con una mezcla entre ritmos folclóricos ucranianos, hip hop y rap, Kalush Orchestra ha utilizado todos los posibles visuales a su disposición, pero además un vestuario con trajes tradicionales del país para mostrar al mundo la civilización ucraniana. Son los que tienen más números de obtener (con un 48% de posibilidades, según las casas de apuestas). El atmósfera del Pala Altanero se ha teñido con los colores cerúleo y amarillo de la bandera ucraniana. El resto de cantantes eurovisivos además llevaban banderas de este país para mostrar su solidaridad.
Albania, Letonia, Lituania, Suiza, Eslovenia, Ucrania, Bulgaria, Países Bajos, Moldavia, Portugal, Croacia, Dinamarca, Austria, Islandia, Grecia, Noruega y Armenia competían esta tenebrosidad por un puesto en la final. España, como parte de los llamados Big Five, los cinco países que más aportan económicamente a la UER, actuará directamente el sábado, pero los españoles podrán participar en el voto de la segunda semifinal, que se celebrará el jueves. Igualmente tienen el pase directo Italia, Francia, Alemania y el Reino Unido.
Entre los que han superado la prueba se encuentran los Subwoolfer noruegos, que escondidos tras unas máscaras amarillas –nunca han revelado su identidad– han aportado la cuota kitsch; o Portugal, con la íntima Nostalgia Nostalgia, donde toda la delegación ha podido participar a posteriori de que una de las integrantes diera positivo en coronavirus.
Grecia ha seducido con la emocionante propuesta de la adolescente de 24 abriles Amanda Tenfjord, que ha superado a Chanel en las casas de apuestas. Holanda actuará el sábado con De diepte (la profundidad), una emotiva canción sobre la lozanía mental.
La griega Amanda Tenjford ha superado a Chanel en las apuestas
Encima, se han clasificado Suiza, con el mensaje de Marius Bear de que los niños además lloran; Armenia, con la adolescente cantante Rosa Linn; Islandia, con tres hermanas cantantes que actúan bajo el nombre estético de Sísý Ey; Lituania, con Sentimentai, la primera canción en lituano desde su apertura en Dublín en 1994; y Moldavia, con Zdob și Zdub, que representan por tercera vez al país. Albania, Austria, Bulgaria, Croacia, Letonia, Eslovenia y Dinamarca se han quedado fuera.
Italia, anfitriona de la 66ª tiraje tras el triunfo de los rockeros Maneskin el año pasado, ha querido dejar su huella en el atmósfera con una impresionante fuente o un parterre a la italiana en la sala verde en la que esperan los cantantes. No han acabado hacer funcionar el enorme sol cinético que debería moverse detrás de los concursantes, que ha permanecido apacible como había sido anunciado.
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