No estamos tan mal

No estamos tan mal. Miras a tu aproximadamente, es proponer, más allá de las fronteras de la Unión Europea, y todo es peor. Ningún europeo sensato puede pensar que hoy viviría mejor en otra parte del mundo, ni siquiera en Estados Unidos o el Reino Unido. No solo por la sólida red social que aguanta sus micción fundamentales, sino por la franqueza que se respira en sus calles y la castidad de sus dirigentes.

Aunque haya ególatras antidemócratas como Orbán y Kaczyinski, a pesar de tener un presidente pro ruso, el búlgaro Rumen Radev, y algún país disfuncional como Chipre y Bulgaria, la UE no tiene ni ha tenido a un Trump capaz de provocar una hostilidades civil para no ceder el poder a Biden o a un Johnson dispuesto a vulnerar el derecho internacional para contentar al ala más antieuropea del partido conservador anglosajón.

Los líderes europeos pueden ser torpes y mediocres, machistas y engreídos, pero, aún así, están entre los mejores del mundo. Con las excepciones mencionadas, el resto respeta el estado de derecho y no cuestiona la licitud de las instituciones democráticas ni los compromisos internacionales, como hicieron Trump y Johnson. Deberíamos estar contentos.

Ningún europeo sensato puede pensar que hoy viviría mejor en Estados Unidos o el Reino Unido

Claro que nuestros líderes buscan el correctamente global cuando beneficia a sus intereses electorales y lo desdeñan cuando les perjudica, claro que podrían tratarnos con más reflexión y decirnos las malas noticiero sin tapujos, pero ni así, con todos sus errores y todas sus limitaciones a galantería de piel, pueden hundir el plan europeo.

PRAGUE, CZECH REPUBLIC - JULY 14: People walk across the Charles Bridge on July 14, 2022 in Prague, Czech Republic. The Czech capital is seeing a strong rise in the numbers of visiting tourists following the slump of the recent Covid years, though the city has not yet reached pre-2019 levels. The ongoing war in Ukraine is among factors slowing a strong rebound. (Photo by Sean Gallup/Getty Images)

El turismo vuelve a guatar el puente Carlos sobre el río Moldava en Praga 

Sean Gallup / Getty

Europa no parece tan musculoso como China o Estados Unidos. Ni siquiera tiene una sola voz con la que imponer sus ideas. Siquiera tiene un ejército, sino muchos y poco o ausencia integrados. No puede evitar guerras contiguo a sus fronteras, ni coexistir con Rusia. Es incapaz, incluso, de desobstruir la puerta a países que llevan abriles llamando, haciendo los deberes que exige Bruselas, esperando su momento, como es el caso de los Balcanes occidentales.

Pero Europa es musculoso. Aguantó la crisis del euro y la parquedad, resistió la pandemia y hoy lidera la transición a la patrimonio verde y digital. Su mercado es el más ínclito el mundo y no hay otro país, ni siquiera China o Estados Unidos, con un decano poder regulador. Esto es muy importante. Quien quiera traicionar en el mercado único debe cumplir unas condiciones de fabricación que implican respeto al medio esfera y los derechos laborales. Aunque no se note, las regulaciones de la Unión Europea ayudan a crear un mundo mejor, poco más ajustado y sostenible.

Todo esto que explico es así desde hace tiempo. Se sabe aunque no se ponga en valía. Las políticas de la identidad y la polarización imponen con frecuencia el relato de que Europa no funciona y es un carga. Mínimo parece ser suficiente. Ni las ayudas ni los programas. Fue así como Johnson ganó el Brexit.

Nuestro invierno será duro y Putin se calentará sobre las llamas de Ucrania

Esta es una organización electoral deleznable en un momento crítico. El otoño será frío y el invierno, frío. No habrá gas ruso. La inflación ahogará a las familias más vulnerables. Todos perderemos poder de transacción. El consumo se resentirá y ya sabemos que es el motor de la patrimonio. Ahora que superábamos los estragos de la pandemia, acecha una nueva recesión.

Putin se frota las manos, se calienta sobre las llamas de Ucrania. Cree que el tiempo está de su parte y yo espero que esté de la nuestra. Confío en que el invierno que ya derrotó a Napoleón y Hitler no acabe todavía con el apoyo de Europa a Ucrania. Espero que la Unión resista el empuje de los intereses nacionales, que ausencia rompa la solidaridad que se consiguió durante la pandemia.

Putin, mientras tanto, aguarda a que los populistas enciendan hogueras allí donde haya elecciones. Ya arden, por ejemplo, en Italia, donde el primer ministro Draghi no ve el momento de tirar de la toalla, cansado del mísero tacticismo de sus rivales.

Arderán pronto todavía en el Reino Unido, donde antaño de fin de año está previsto que los conservadores saquen delante la ley que anula el protocolo de Irlanda, el mecanismo que permite a la provincia norirlandesa mantenerse en el mercado único. Si es así, Londres romperá el acuerdo de salida de la UE y el despotismo seguirá meciendo la cuna de la democracia y el sentido global.

Lo más triste que puede suceder es la rendición de Ucrania y la descomposición de Bosnia

Lo más triste que puede suceder este otoño-invierno en Europa, sin secuestro, no serán estas peleas de ricos en Londres, Bruselas y Roma, sino la rendición de Ucrania y la descomposición definitiva de Bosnia-Herzegovina. La presión sobre Kyiv para que acepte un parada el fuego aumentará a medida que descienda el termómetro y se sequen los gasoductos rusos. A Zelensky le dirán en secreto que se mire en el espejo de Bosnia.

Han pasado 27 abriles desde el final de la hostilidades y el país es un fracaso. Serbios, bosnios y croatas no pueden convivir. Las elecciones de octubre pueden ser las últimas. Nadie ha sido capaz de recobrar lo que la hostilidades destruyó.

Nadie ganó la hostilidades de Bosnia y nadie ha ganadería la paz. Este es el corona en el que viven muchos países fuera de la Unión Europea, con todo y ausencia por hacer, atrapados en un caracolillo de nostalgia, impotencia y beligerancia.

Por eso deberíamos estar orgullosos de nuestra Europa sin fronteras. No solo aguanta, sino que prospera y nos protege.

Si superamos el invierno unidos, la próxima primavera puede ser maravillosa.

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